Ya de madrugada
Ya, de madrugada, me acuerdo del atardecer lluvioso, incesante, ahora, viendo como el sol se levanta. Embelese ese lindo amanecer, soleado, algunas nubes están asomando. Nubes a las que se le añaden esos angelitos negros, amenazando lluvia de nuevo, ¿Qué digo, amenazando? Cuando debería decir que nos ofrece el bello regalo de la necesaria y querida lluvia, tras el seco verano en que los lagos, las fuentes, los ríos se han secado.
Tal vez... Y si dejáramos de quejarnos por todo y disfrutamos de lo que tenemos en el justo momento en que estamos respirando, viviendo, sintiendo ese preciso y precioso instante, en lugar de pensar en los pasados y los futuros, ambos inexistentes, unos ya pasaron otros nunca llegarán, mucho menos como los estamos planeando.
Nos olvidamos de vivir el presente mientras nos refugiamos en la farsa del pasado y el futuro, dejando de disfrutar ese precioso presente, el único existente.
Toni Oliver