Navega el viejo velero cuatripalo
Navega el viejo velero cuatripalo
con todo el trapo al viento
recogiendo los últimos alientos
de los marinos que han naufragado.
Hunde su proa en medio de la tormenta
atravesando las brávidas olas
que arrasan su cubierta
sumergiendo hasta la propia veleta.
Van los marineros de lado a lado
de babor a estribor
por la crujía pasando
de proa a popa casi volando.
De las profundidades emerge
levantando con fuerza la proa
apuntando al cielo
como delfín jugueteando
con las olas que lo van meneando.
Surca sin cesar los océanos y mares
con sus tormentas, calmas y avatares
guiado por las constelaciones estelares
que van marcando su rumbo en sus navegares.
Crujen a veces sus viejas maderas
curtidas por todo tipo de tormentas
ardiente sol sobre sus tablas por el mar saladas
y los vaivenes sobre las olas navegadas.
Mundos enteros, mundos nuevos
en sus viajares recorridos
millones de historias contadas
bajo la luz de la luna en la noche estrellada.
Curtidos los cueros de sus gentes
por el sol, el frío y el crujir de sus dientes
en las frías noches invernales
soportando los temporales.
Su paso por la estela deja marcado
segundos de espuma en segundos evaporados
no hay futuro ni pasado
sólo el segundo que se está navegando.
Toni Oliver