Rendida en sus brazos
Rendida en sus brazos
acariciada con sus manos
una cárcel de ensueño
en un deseoso descanso.
De sus labios su aliento
el latir de su corazón
dejando volar el cuerpo
ingrávido, como tus pensamientos.
No hay más mundo
ni más universo
unos momentos
infinitos, bellos.
Esa paz que te está envolviendo
contigo misma y el mundo adverso
llena de luz, ojos cerrados
ritmos acompasados...
Toni Oliver