Me enseñaste un mundo nuevo
Me enseñaste un mundo nuevo
me invitaste a explorarlo
a sentirlo, a vivirlo
acepté la invitación.
Con mi goleta
adquirida al asalto
yo, Capitán Garfio
intrépido descubridor
de islas en un mundo nuevo.
Desembarqué en ese nuevo mundo
playa de lindas dunas
grandes palmeras las adornaban
fina arena se palpaba.
Tan fina era
que al pasar de los dedos sobre ella
vibraban los dedos y la isla
no vibraban, temblaban
cual terremoto aparecido de la nada.
Retumbó la maravillosa isla
mi cuerpo se desmoronaba
se me cayó la dura coraza
de tantos años, con sus mil y una capa
del mejor acero forjado.
Desnudé mi alma
que afloró al caer la coraza
ante la belleza que contemplaba
no quería dejar de acariciar
esa maravilla que contemplaba.
Exploré y exploré
cuanto más exploraba
mi admiración aumentaba
seguí acariciando todos los recovecos
que a mi paso encontraba
inmensas cavernas
de paso de entrada estrechos
en los adentros...
La imaginación empieza a dar vueltas
al no encontrar palabras
para explicar los sentimientos
las vibraciones del alma.
Al subir hacia los picos de las montañas
sensibles esos a las caricias, a las miradas
duros y tiesos
erigiéndose sobre la blanca nieve
como faros para el pirata.
Desde la cima
un nuevo mundo para explorar
sintiendo como vibra
al pasar de los labios
probando el sabor de la nieve helada
cobre las cálidas dunas de la playa.
Contrastes sin fin
a cada paso un nuevo sentir
en cada uno una experiencia
a lo lejos, la goleta
esperando el retorno incierto
vibra tanto esa tierra
como mi mente al verte
sentirte tan cerca
hasta escuchar este corazón
vibrando con fuerza
música que mis pasos acompaña
haciendo dúo corazón con corazón.
Se cierran los ojos
danzan los cuerpos, como las olas
navegando por los mares inciertos
al son de las olas y los vientos
acunando nuestros pensamientos
vivires y otros elementos
que a la imaginación dejo...
Toni Oliver
