Abrí las cortinas
Abrí las cortinas, que los rayos de sol tapaban, ahora, esos entran por la ventana acariciando tu piel con el suave calor del alma. Jadeas, gimes como si fueran mis dedos los que pasasen por ti cuerpo acariciándola, como si fuera mi aliento detrás de la oreja, cerca del cuello, susurrando entre el silencio, las cortas palabras, los besos... Dos locos exiliados del mundanal mundo, lejos de los cuerdos, esos que todo lo saben, todo lo entienden, pero nada comprenden que no sea su credo. Encerrados entre cuatro paredes, saliendo a escondidas para perderse en la naturaleza, sin sonidos extraños ni mentes cerradas, donde todo está bien hecho, fuere como fuere que se hiciera.
Sin miradas extrañas, haciendo maquinar las mentes de esas gentes que miran con desprecio, cuando en el fondo lo que tienen son muchas ganas de romper su monotonía, sin atreverse por el momento. Mundo de doble, triple, cuádruple y más moral, olvidándose, en el fondo, de cual es su real deseo.
Un día, al abrir las cortinas, al entrar el sol como uno más, quizás sea posible ver la gente sin careta ni falsa moral, ni mentiras, sin engaños, sin actuar como si fuera en un teatro, sino siendo cada uno cada cual, sin más, sin juzgar...
Toni Oliver
