martes, 12 de octubre de 2021

Saltaron las alarmas

Saltaron las alarmas

Saltaron las alarmas de la tétrica casa al final de la calle. Se escuchaban las sirenas del domicilio, también las de la policía, oscuro el camino, iluminado con la sola luz de las estrellas y la de la ausente luna.

Para el barrio era la casa del miedo, por las noches bandadas de negros murciélagos salían de una de sus torres rumbo a quien sabe donde, al amanecer, un poco antes del alba se escuchaba el aleteo y la vuelta de las oscuras aves.

La gente, miedo tenía, nunca se vio a sus habitantes, sólo vehículos oscuros salían de dentro el garaje, por las rendijas se apreciaban grandes perros, imposible adivinar la raza, siempre silenciosos, jamás ladraban.

Hoy, tras sonar las alarmas, ladraban sin parar, concierto perruno elevado a su máxima expresión. Estaba claro que algo grave ahí dentro pasaba, pero nadie era capaz de adivinar lo que estaba sucediendo.

Llegó la policía, se abrieron las puertas, entraron, se volvieron a cerrar, al poco tiempo, los perros, ya callados, volvió el silencio, sólo roto por el volar de los murciélagos entre la oscuridad de la noche.

Al cabo de unas horas se vieron unos coches, parecían los de la policía, con las luces apagadas, saliendo de dentro el garaje. Todo el barrio preguntándose por lo sucedido, nadie acertaba con una lógica respuesta.

Mientras, en un callejón cercano, una pareja de jovenzuelos enamorados no se apartaban de sus propios labios y las manos inquietas jugando por todos lados, explorando la incertidumbre de los cuerpos y del sexo prohibido por los adultos y las autoridades locales.

Se escuchaban gemidos en el callejón entre el silencio de la noche, nadie salió a la calle, el miedo en los cuerpos de la gente impedía que salieran para mirar lo que estaba pasando, a lo lejos, el ruido lejano de los coches que se iban alejando.

Por la mañana, con el sol apareciendo por el horizonte, un fuerte estruendo al final de la calle, una nube de polvo se elevaba y esparcía por todo el pueblo mientras volvía a reinar el silencio. Como el mismo sol, poco a poco fue saliendo la gente, simplemente curiosos, no parecían tener ganas de saber lo ocurrido, les seguía gobernando el miedo.

Los murciélagos, se iban esparciendo por todas las casas, buscando los agujeros donde esconderse de la diurna luz, el pueblo, aterrado, atribuían a los pájaros un muy mal agüero, los vecinos no se hablaban, solo miradas perdidas, sin esperar respuesta, retrocedieron a sus hogares, cerrando a cal y canto.

La parejita, despistada, medio desvestida, colocándose las ropas, sin enterarse de nada, siguieron a la gente, sus pasos, sin preguntas, callados...

Toni Oliver

Divagaciones políticas a cualquier hora del día o de la noche. 12/10/2021

Divagaciones políticas a cualquier hora del día o de la noche. 12/10/2021

Hoy celebrando el día de la Hispanidad, celebrando que descubrimos América.

Bien si esa hispanidad hubiese sido por unas buenas relaciones de cooperación y amistad, sería estupendo, pero fue una invasión, por mucho que nos digan que los españoles éramos unos santos, que íbamos a repartir amor, el nuestro y el de Dios.

Para empezar, una invasión nunca reparte amor, más bien derrama sangre. Con que derecho llegamos e imponemos una religión, que me lo diga alguien, ellos, los americanos, ya existían y tenían su historia, su forma de pensar y sus propias creencias, llegamos nosotros, los españoles, y les cambiamos “sus tesoros por el nuestro, el crucifijo”. Mucha sangre de por medio, además les regalamos la gripe, nos convertimos en los primeros terroristas biológicos, quizás sin saberlo, lo admito, pero los habitantes de esas tierras no tenían defensas contra esa invasión epidemiológica que unido a que sus creencias les decían que llegarían unos dioses barbudos y nos tomaron como dioses.. 
La verdad que fue un gran aliado de los “conquistadores”. Si los romanos con sus invasiones hubiesen tenido un aliado como ese, y eliminado la corrupción de sus mandatarios, hoy serían los dueños del mundo. 

En el fondo hicimos lo todo lo que hacen los países invasores, en la antigüedad y en la actualidad.

Pero también, lo reconozco, con el tiempo, cambió la alimentación de todo el mundo con lo que nos aportaron esas tierras y lo que les aportamos nosotros, al descubrir nuevos alimentos, nuevas costumbres, etc.

También les enseñamos todo lo malo que tenía nuestra civilización, y eso también se ha implantado.

Ahora mucho revuelo se ha formado, unos diciendo que fuimos unos salvajes, otros que sólo les llevamos amor y paz.

Recordemos, la historia la escriben los ganadores, los perdedores a veces fueron aniquilados o borrados del mapa, ahora hay que reescribir la historia, pero no sobre lo que contaron lo que fueron a conquistar, sino por los indicios arqueológicos, que si bien no son del todo exacto, son más de fiar que las historias escritas pro los ganadores que a veces no coincide ni tan siquiera con su propia realidad, sino con la que quieren transmitir.

En fin, no olviden que son simples divagaciones de un simple ciudadano y como ve la vida a través de los años.

Toni Oliver

Pensamientos filosóficos a cualquier hora del día o de la noche. 12/10/2021

Pensamientos filosóficos a cualquier hora del día o de la noche. 12/10/2021

Un simple ladrillo es la sencillez, muchos ladrillos bien colocados hacen una casa.
La suma de la sencillez es el resultado de lo más complicado. 

Toni Oliver