viernes, 7 de enero de 2022

¿Porqué le temes a la muerte?

¿Porqué le temes a la muerte?

¿Porqué le temes a la muerte?
Acaso te olvidaste de vivir la vida
de disfrutarla, quererla, amarla
o preferiste la de los demás amargar
por puro placer de ver su sufrimiento
en pos de acaparar y acaparar
bienes y demás cuentos.

Y ahora, que lo tienes todo
le temes a la muerte porque temes perderlo
acaso no sabes mirar el daño que has hecho
que muchos por tus hechos sí han muerto
y tu, ahora le temes a la muerte
pensando que todo se arregla con un rezo
pagando santos y misas para el recuerdo.

¿Y si hubieras vivido la vida?
Amado y ser querido por lo que eres
no por el simple hecho de todo tenerlo
si hubieras sentido el abrazo
sí, ese que se da sin esperar nada a cambio
sentido desde dentro como bien muy preciado
o esa mirada, esa sonrisa, ese beso
que solo era eso, algo sentido, sin trampa ni cartón.

Pero le temes a la muerte
algo que sabías desde tu nacimiento
no aprendiste a morar sin temer a perder
simplemente morir con todo hecho
o con lo que hiciste satisfecho.
Acaso piensas que en el más allá
si algo hay que nadie sabe si es verdad
serás mejor que en este más acá.

Recuerda, desnudos llegamos, 
desnudos nos vamos
polvo somos y nos convertiremos
gusanos que a los demás alimentaremos
sólo dejaremos los recuerdos
que en este camino dejamos
buenos o malos, en tu conciencia lo dejo
lo demás... De eso se encarga el tiempo.

Toni Oliver

Estoy buscando a mis musas

Estoy buscando a mis musas

Estoy buscando a mis musas
que entre frío y fiestas
escondidas al lado de la chimenea
echándole cada vez más leña.

No aparecen, no hay quien se atreva
arrancarme la inspiración para que vuelva
a plasmar sobre el papel unas letras
no importa si de humor o pena.

Si de amor o tristezas
de una flor y su belleza
sólo unos versos que se lean
y revivan si al alma llegan.

Mis musas, en el vacío perdidas
viajando entre las estrellas
sus ojos con chiribitas
mirando las llamas que queman.

Y yo con mi cabeza dando vueltas
viendo las nubes en bandada
jugando a entretenidas carreras
mientras cruje la escarcha de la mañana.

Crujidos de música
que mis helados dedos acompañan
mis dientes tocando el tatatata
que el ritmo no cambian.

El sol, ardiendo en su cama
que aunque brille no calienta
más bien rayos que hielan
el aliento que cuando sale se vuelve niebla.

¿Dónde andan mis musas?
Me abandonaron tras las fiestas
ellas de juerga y yo en pena
cuanto más busco más se alejan...

Toni Oliver