jueves, 24 de abril de 2025

Tras un largo sueño

Tras un largo sueño

Tras un largo sueño, donde perdí la noción del “tiempo”, me desperté en un mundo donde los humanos vivían ese preciso y precioso momento, no existía ni el pasado ni el futuro, sólo ese ahora, nadie era dueño de nada ni de nadie, no había hambre, los humanos no necesitaban comer ni beber, sólo por placer, si alguna fruta había se comía, sino tampoco importaba, no había nadie con ropa ni ningún otro artilugio que sirviera como distinción ni posición. La única misión del ser humano era cuidar el mundo, mimarlo y disfrutar de su estancia, no había ninguna clase de propiedad, todo esa para el solo uso y disfrute, sin destrucción, nadie sentía, ni odio, no se ponía celoso por nada, el respeto y el “amor” entre todos era la principal consigna. No solo amor entre humanos, sino también por el resto del planeta y todos sus seres vivientes, no había enfermedades, casa uno, en caso de enfermar, sabía como sanarse, incluso como sanar a los demás y al resto de plantas y animales. No hacían falta ni las palabras con adjetivos, ni tan siquiera para nombrar a nadie, no había nombres, sólo esta frecuencia con la que vibra cada uno, la misma que servía para comunicarse entre todos los seres de la Tierra. La gente no sentía ni el frío, ni el calor, por lo que no era necesario abrigarse, curioso, tampoco tenía cuerpo, cada energía tenía su presencia, sin carcasa, ni máscara que pudiera engañar al resto...

Ahora que lo pienso, no estoy seguro de si sigo soñando o, realmente, en otro mundo separado del que vivían antes de entrar en este profundo y largo ·tiempo”. Lo curioso es que la gente no sabe lo que es esto que yo llamo “TIEMPO”.

Toni Oliver