lunes, 19 de febrero de 2024

Entre cada parpadeo

Entre cada parpadeo

Entre cada parpadeo
a veces noto
como mis huellas se van borrando
que dando todo en el recuerdo
de un cuasi inexistente pasado.

En alguno de esos parpadeos
me llega la visión 
de que algo sí ha quedado grabado
intentando resistir la erosión
al movimiento de los párpados.

Me pregunto. 
¿Qué quedará de mis pasos?
Tras las tormentas, rayos y truenos
las mil clases de viento
o del sol sus fuertes rayos.

Abres los ojos
ves a alguien siguiendo tus pasos
sin saber como los distingue de otros
que por ahí han pasado
una sonrisa, la va devolviendo.

Algo en el corazón
piensa que no todo está perdido
que aunque sea poco
algo va quedando
en las mentes calando.

Como el calabobos
no llueve, pero acabas mojado
el suelo bien húmedo
en la tierra va penetrando
para nueva vida ir tornando.

Tus palabras, tus hechos
van escribiendo un libro no escrito
las hojas cada uno va guardando
en ese corazón perdido
que rejuvenece al recordarlo.

Toni Oliver

Ondulantes las olas

Ondulantes las olas

Ondulantes las olas
como tu pelo movido por la brisa
el agua que esa piel acaricia 
el horizonte que se pierde en la lejanía
o esa mirada que lejos viaja.

Cuando los ojos cierras
resuenan esas invisibles caricias
que la piel erizan
sabes que nadie la toca
la sientes como del fuego sus llamas
hasta esas manos que te agarran
con fuerza y ternura.

Abrirlos deseas
no quieres que suceda
que siga, que sigan
esas manos encendidas
incluso esos labios que abrasan
jugando con la lengua
para apaciguar, o encender, las flamas.

El sol te abraza
sus invisibles brazos te calientan
incandescentes brasas
tras los párpados los sueñas
brillándote las pupilas
en la oscuridad del todo y la nada
quizás un cielo de doradas estrellas
parpadeantes con su mirada.

Te mira de reojo la Luna
tras las nubes escondida 
nubes de finas sedas
semitransparentes insinúan su belleza
como espejo en ti se mira
poniéndose guapa, muy guapa
para por la noche brillar como una gran estrella.

Las olas ondulan 
observando la escena.

Toni Oliver

Imagen de María Valiente