viernes, 16 de agosto de 2024

Esa maraña, ese muro

Esa maraña, ese muro.

A todos nos pasa a veces en los andares en esta vida que estamos buscando la solución a un problema y cada vez se nos hace más grande, no encontramos salida, cuanto más nos esforzamos, más lo jodemos.

Es la hora de parar, de buscar la calma, alejarse del problema, olvidarlo por el momento.

Darse una vuelta por el campo, la playa, contemplar las estrellas, una puesta de sol, una charla con los amigos, cualquier cosa que te aparte del lío en que te has metido.

Imagina que tienes una gran bola de hilos, toda liada, cuanto más la tocas más se aprietan los nudos. 
No puedes seguir, necesitas respirar hondo, buscar una punta del hilo y seguir los pasos hacia atrás, cuando llegues a un nudo, deshacerlo, seguir con lo que estabas haciendo, hasta que al final has desliado la gran maraña.

Imagina que te encuentras con un gran muro, te corta el paso, no sabes como seguir adelante, desesperas.

Es hora de parar, calmarte, ver las cosas desde otro punto de vista, otra perspectiva, si tienes que retroceder o buscar otros lugares donde se pueda pasar, detente a pensar un poco, observar...

Al rato ves un conejo que ladea el muro hasta llegar a un agujero que ha hecho, no pasas, pero vas quitando piedras, curiosamente, al rato el agujero se ha hecho más grande y cada vez que quitas más piedras el muro se va desmoronando... Al rato, el muro ha desaparecido.

La mayoría de los grandes problemas, que no quiere decir que sean tan grandes, pero para uno sí lo son, hay que tomarse un tiempo, alejarse de ellos, olvidarlos por un momento, cuando dejes de pensar en ellos, de cualquier parte te vendrá una solución, a veces de lo más simple, del problema.

Cuando nos empecinamos en hacer lo mismo siempre, pensar en lo mismo, no nos da lugar a ver cosas nuevas, nuevas salidas, si dejamos de empecinarnos con todo esto, la mente se abre, cualquier cosa que nos parece indiferente, sin importancia, la va cobrando cuando lo vemos desde otro punto de vista, escuchamos cosas al azar, pero que sin buscarlo, nos aportan la solución o parte para poder llegar a ella.

No olvidemos que para hacer un gran edificio hay que empezar por los cimientos, luego colocar el primer ladrillo, así sucesivamente, el todo es de una gran complejidad, pero todo está hecho por pequeñas cosas colocadas en su momento, haciendo que todo el conjunto forme ese gran edificio.

Somos complejos, pero hechos de cosas simples.

Toni Oliver