Te observa el abuelo
Te observa el abuelo
ese que no has conocido
del que tanto te han hablado
cuando te acercas a ese árbol plantado.
Pequeñito, como tú
va creciendo despacio
sonríe cuando te acercas corriendo
tocándolo como si fuera pecado.
Te abraza en silencio
como respuestas a tu abrazo
cuando lo besas notas ese beso
tierno y apasionado, de abuelo.
Serás su nieta, su nieto
silente te acaricia al son del viento
al pasar entre las ramas va silbando
esa canción que quedará en tu recuerdo.
Ahora, te ve correteando
sobre la hierba del verde prado
o en esa montaña, allá a lo alto
a través de su alma que de él ahí se ha plantado.
Vigilante desde el principio
entre dos aguas, mar y río
desde la cima, bajo el cielo
con tu visita se pone contento.
Contento, quiere ser más alto
para que de sus ramas cuelgues un columpio
te balancees con ese vaivén alocado
que en tu corazón vas volando.
Más allá volverán de nuevo
esos nietos que no le han conocido
con la sonrisa en los labios
desde el columpio mirando.
Los duendes me van contando
que por las noches se va balanceando
cual niño chico
mirando el mar y hacia el río.
Toni Oliver