viernes, 22 de abril de 2022

Suenan esas palabras

Suenan esas palabras

Suenan esas palabras
a melosa música
que la piel eriza
como notas en cada sílaba
embelleciendo esa mirada
sacando una bella sonrisa
nube que transporta
al mundo de la felicidad
quizás momentánea
pero mientras dura...

Un paraíso de maravilla
se siente cuando se respira 
el corazón palpita 
como máquina infinita
latidos que acompañan
esas sílabas, esas palabras
notas de partitura
cuerdas de violín que vibran
como la misma vida
que se siente con el alma.

Quizás preguntes:¿Qué es vida?
Es esa sonrisa
el timbre, el tono de esas palabras
la calidez que radias
cual faro como luz nocturna
en las noches sin luna
o cuando la tormenta amenaza 
tú, allí siempre, brillas
sacando esa fiera que arranca 
para afrontar lo que se abalanza.

Todo tú es música
hasta tu respirar 
el movimiento de tus pupilas
el de tus labios cuando hablas
tus oídos cuando escuchas
tus silencios como pausas
esa mirada con que me miras
despertando las mariposas
que en mi cuerpo anidan
que hasta ahora estaban dormidas.

Toni Oliver

Feliz día del libro 23/04/2022


¡Hola! ¿Qué tal va todo? Hoy es 23 de abril, el Día del libro 📚🌹Este año lo estoy viviendo no solo como lector, sino también como futuro autor. ¡Y no te imaginas la ilusión que me hace! 🤭 La escritura siempre ha tenido un papel importante en mi vida y desde que me embarqué en el proyecto colaborativo "Huesos de arena", todavía más. Para celebrar el día de hoy, he decidido enviarte un fragmento de mi relato. Espero que lo disfrutes y te deje con ganas de más. Si es así, puedes hacerte con un ejemplar a través de este enlace:

("Fragmento")

La cima de la colina

Estaba la noche oscura, la luna brillaba por su ausencia, el silencio roto por el maullido de los gatos encelo, dando la impresión de que un ejército de niños estaban llorando.

Escondido tras lo viejos muros de un antiguo monasterio, sin tejado, acurrucado en una esquina para aprovechar la defensa de los dos muros que la formaban, tanto para defenderme del frío nocturno, como de alimañas, tapado con unas viejas tablas, que seguro pertenecieron a alguna puerta por el tiempo, sus inclemencias y, porque no decirlo, del salvajismo humano que destruye todo por allá donde pasa, la noche, era fría, helada, estaba conteniendo el tembleque del cuerpo y el de los dientes que tenían la intención de armar un concierto de percusión entre ellos, calentándome las manos con el aliento y colocarlas de nuevo en los bolsillos para mantener un poco el calor.

Arriba, cada vez que miraba, al no poder cerrar los ojos y relajarlos, se veía un bonito espectáculo de estrellas, las galaxias, todo el firmamento, como pocas veces había visto. En las ciudades esas cosas apenas se ven, algunas estrellas y poco más.

Ante mi, unos ojos muy juntos, seguramente de alguna rata se se pasea por entre las ruinas buscando algo que levarse al estómago, le acompañaban otros pares, cogí una de las tablas  y la lancé hacia ellos, desaparecieron, por lo menos por un rato.

Se escucharon ruidos de caballerizas, el golpear de las ruedas metálicas sobre las piedras del camino, los cascos de los caballos herrados, algunas voces a lo lejos. Se iban acercando poco a poco, minúsculas lámparas se acercaban, si bien más parecían luciérnagas en la distancia...

¡Un abrazo y feliz Día del libro!