miércoles, 26 de octubre de 2022

Entre el blanco y el negro

Entre el blanco y el negro

Entre el blanco y el negro
sonrisa de oreja a oreja
perdida como Alicia en el espejo
 ¿Por cuál me decido? Entrada, salida
el dilema está servido.

Quizás una cerveza
fría como el hielo
o una extraña bebida
de esas que te suben al cielo
cual Correcaminos en la carrera.

Mik, mik. ¡Oh!
Pasó por la mente una idea 
la marca tu rostro
en esa sonrisa tan marcada
esa idea en pleno vuelo...

Sobre la mesa planea
cual aeroplano sin motor
dando vueltas y vueltas
te olvidaste ya del espejo
una historia empieza.

Toni Oliver

Mira, mira

Mira, mira

Mira, mira
allá en lo alto
en la noche oscura
sí, allá en el cielo
como brillan las estrellas
con su parpadeo 
el ojo te guiñan.

No les importa 
ni si se rompió el espejo
ese de la suerte mala
si el que está roto es el corazón
o quizás el alma.

Ellas siempre brillan 
no importan los rayos ni los truenos
ni las nubes que tapan su vista
ellas siempre están brillando
recordándote que no te pierden de vista
por mucho que vengan los tiempos malos
por más tormentas que aparezcan
el sol siempre acaba brillando
en ello se le va la vida.

Mira, mira
hasta la luna te está mirando
para hacerte compañía
en esos tiempos de bajón
mandándote el perfume de las rosas
remojadas con el rocío
recordándote que las cosas son buenas
que lo malo es sólo un punto de visión
pero lo bueno, te abraza, te da vida.

Poco importa el pasado
dejemos que se quede en eso, historia
no pongas en la mochila ese peso
que te roba los pasos mientras caminas
aprende a caminar con tus pasos
libre de cargas, avanzas
que esos sean los tuyos, no los que te han mandado.

Toni Oliver

Se montó en la cabeza

Se montó en la cabeza

Se montó en la cabeza
una multitudinaria pelea
mis sentimientos se solapaban
unos buscaban la salida
otros, cachondos ellos, la entrada
entre gritos, voces, silencios, calmas
juegos malabares en una cama elástica
pensamientos contradictorios ahí estaban
intentando la solución hallar...

Cuando asomó esa buscada calma
poco a poco el cuerpo se elevaba
la gravedad se evaporaba
se iban soltando los lastres, las cadenas
los mentales grilletes que ataban
me habían hablado de la libertad
sinceramente, no entendía nada
hasta que sentí que de todo me liberaba.

No, no era mi cuerpo el que pesaba
el que al suelo se agarraba
era mi mente, ahora liviana
soltando la gran carga que lastraba
esa que ni siquiera sabía que tenía
pero allí, en la oscuridad la guardaba
a través de los tiempos la tenía olvidada
pensando que la había liberada.

Como un pájaro me sentía
sin paredes, jaulas o fronteras
daba igual si existían
en mi mente ya no estaban
al respirar se volatizaban
como el vapor al hervir el agua
liviano como esas gotas
que con ese vapor se elevan
desapareciendo entre el todo y la nada.

Toni Oliver