miércoles, 22 de mayo de 2024

Utopía, realidad, quién sabe...

Utopía, realidad, quién sabe...

Todos los datos los tenemos en la Red, los bancos son digitales, nuestros datos están digitalizados. Ya se ha aprobado la moneda digital, con la intención de eliminar todo el efectivo. Los datos de nuestras propiedades son digitales, ya no existen archivos de papel.

La gran pregunta: ¿Que pasaría si en un momento dado se eliminara la Red, incluso las redes privadas por no haber telecomunicaciones, o por si cualquier evento natural desaparecieran todos los datos acumulados?

Nadie tendría dinero, todo va a ser digital, con un programa de teléfono “APP” que no funciona.
Desaparece todo registro del dinero, de las propiedades, de todo.

Los gobierno se quedan sin datos de todos, no hay control. Los bancos, que eran digitales, no sirven para nada, tampoco quedan registros de lo que teníamos, es decir, no somos nadie, no tenemos nada.

Por una parte podría ser muy bueno, volvemos a la libertad.

Por otro lado, cunde el pánico, todos nos volvemos locos, cada uno con nuestra locura.

Ahora resulta que todos somos iguales, ni ricos, ni pobres, somos uno más en la sociedad.

Pero empiezan las peleas para recuperar lo que uno tenía, que ya no tiene, apoyándose por promesas imposibles de cumplir.

Continúan las conquistas, como antaño, volviendo el mundo invivible. Otra vez, guerras, batallas, odios, rencores, etc. En lugar de empezar una nueva sociedad, sin diferencias, donde todo el mundo aporte, no robe, no desee lo del otro, manteniendo el amor y la paz entre los hombres.

En fin, no me extiendo más, sólo lo dejo aquí para que pensemos un poco, donde estamos y a donde vamos.

Por otro lado. ¡Vivamos ese preciso instante, todo lo demás es ficción! 

Toni Oliver

Me clavaste el cuchillo en el corazón

Me clavaste el cuchillo en el corazón

Me clavaste el cuchillo en el corazón
de acero forjado con hirientes palabras
hoja viperina para agrandar la llaga
encendiendo la sangre.

Se tornó ésta
su rojo en llamas
quedando las brasas
humeando cual incienso.

Se expandió el humo
su perfume, por el universo
llegando a los corazones heridos
llenándolos de luz, color y muchísimo amor.

De ellos florecieron las rosas
los abrazos, los besos
encendiendo los buenos sentimientos
sus semillas esparcidas por el viento.

Desapareció la oscuridad
colores nunca vistos aparecieron
se volvió la vida más bella
retornando la paz de la mente, del cuerpo.

Floreció el Paraíso
desterradas la cizaña, el odio, las guerras
la gente aprendió a vivir la vida
ese precioso momento.

Toni Oliver