jueves, 18 de junio de 2020

Que por locos nos tomen

Que por locos nos tomen

Que por locos nos tomen
que poco nos importaría
nos moriríamos de la risa
al ver sus caras aturdidas
por las incomprendidas palabras
donde nada es lo que se imaginan.

Un arte, la complicidad
palabras erradas
expresando enciclopedias
en ninguna biblioteca guardadas
sólo en la mente de dos lenguas
en la boca guardadas.

Grandes locuras
del vivir, su existencia
sin fronteras, sin normas
un universo para la "explorancia"
donde todo es novedad
inquietud, ganas de luchar.

Donde aparezca la montaña
un sitio para escalar
desde su cima
el gran horizonte para otear
los bellos lugares a explorar
sin tiempo sin prisas
nada que nuestro ritmo quiera marcar.

¡Qué por locos nos tomen, que felicidad!

Toni Oliver

La piel, un lienzo

La piel, un lienzo

la piel, un lienzo
por pinceles, unos dedos
tras las caricias, agujas
como pintura la sangre
el placer, el esmalte.

Se conserva la obra
grabada en el alma
un pequeño retazo en la cara
el gran cuadro se lleva dentro
el la galería de los sentimientos.

Dicen que el dolor duele
redundante frase
pero se graba como un cincel 
en cada poro de la piel
que los adentros esculpe.

Mármol blanco y rojo
de la mejor cantera
esculpido por esas manos
esos dedos asalvajados
golpe a golpe se va formando.

Días grises, días negros
relámpagos, truenos
luz, décimas de segundo
oscuro estruendo
tiemblan hasta los pensamientos.

Rompe la tierra el gran rayo
se abren los infiernos
descubres que nos mintieron
todo lo prohibido es deseo
tinieblas en el mundo de los cuerdos.

Toni Oliver

Se iluminaron las alboradas

Se iluminaron las alboradas

Se me iluminaron las alboradas
aún retrasadas en el tiempo
las gaviotas hambrientas
buscando en su vuelo
su deseado alimento.

En el ocaso los delfines
con su danza al viento
sopla la suave brisa
salada, bajo su sonrisa
el vals del ocaso
más no del tiempo
un descanso, un momento
el renacer de los tiempos.

Se torna roja la playa
al igual que el horizonte
fuego en el agua
ardiente el cielo
tiempo de relajamiento.

Despejada la oscura noche
con su luna plateada
algunas nubes lavan su cara
quizás algunas lágrimas
por esos buenos momentos.

El sol y la luna
cada uno con su brazo estirado
buscando un abrazo
prohibido a través de los tiempos
por un pasado que no viene a cuento
entre dos incomprendidos enamorados.

Toni Oliver