Me escondí en el armario
Me escondí en el armario
cerré la puerta
me desvanecí en el silencio
la oscuridad me trasladó
a mi mundo, lejos del universo
me fundí con mis pensares
con los que hago juegos malabares
viajo a mundos inconexos
buscando esos sentires prohibidos
por unos insensibles cuerdos...
Más allá del armario
unos silentes pasos
estando en mi soledad
quién osa irrumpir mi silencio
perturbando con el misterio
ese mundo que por momentos
anclado en lo oscuro
sólo las oscuras luces de mis adentros
esa instantánea felicidad
de la soledad provocada
para sentir la desnudez de me mente y cuerpo
al tiempo la brillantez
que me da el sentirme ahí adentro.
De nuevo el silencio
se ahuyentaron los pasos
volviendo a mis pensamientos
esta vez más claros y perversos
claro está, no los entienden los cuerdos
sino sólo los locos rematados
expulsados del vil gentío
no sea cosa que vayan contaminando
el libre pensamiento
sin tabúes, libres como el viento.
Toni Oliver