El pueblo adormecido
Estaba la gente del pueblo, Villaronquidos, adormecidos de la realidad, por un lado, fiestas y más fiestas entrelazadas con los trovadores y sus discursos de miedo contando realidades ficticias, que en realidad eran verdades encubiertas por el miedo de que se enterasen las autoridades de que estaba contando esa verdad al pueblo, el pueblo, de vino por dentro lleno, festejos que le hacen olvidar la realidad cotidiana de falta de pan y acompañamiento, con los lomos carcomidos por el sol y el viento. Callados todos con la voluntaria ignorancia, esa que el miedo inculcado por vía intravenosa en la sangre, viendo que cuanto más uno trabaja menos llega a casa y lo poco que llega, se lo roba el cacique, llámese Gobierno, sin dar nada a cambio, sólo palos si no pagas.
Toni Oliver
