Tras la explosión
Se cortó la luz, se escuchaba el sonido de los coches policía, ambulancias, bomberos como se acercaban rápidamente, en la calle todavía estaban cayendo cascotes de la pared que había saltado por los aires, la primera planta se quedó sin ventanas ni paredes. Un mendigo, que estaba recostado sobre un banco, vio pasar un hombre vestido de negro, con sombrero ancho, llevaba algo en la mano, lo miró y lo lanzó a la alcantarilla, con el pie ayudó a que cayera hacia adentro, se tumbó, se tapó, durmió profundamente hasta que notó una mano que le zarandeaba, abrió los ojos y vio a la policía, Esta le pregunta si había visto algo, él contestó, lo único que he visto antes de ponerme a dormir ha sido un hombre, mejor dicho, una sombra, no le he visto la cara, un vestido negro con sombrero que echaba algo a la alcantarilla, tal como apareció despareció, siguió durmiendo con la misma paz que acostumbraba, nada que ganar, nada que perder tenía, sólo le quedaba su paz, la que le había costado mucho trabajo y lágrimas para conseguirla... La policía siguió con su misterio sin resolver, no le creyeron ni una palabra...
Toni Oliver