jueves, 15 de agosto de 2024

Me sumergí en las profundidades

Me sumergí en las profundidades

Me sumergí en las profundidades
las de mi cerebro, desconocidas
cavernas entre la belleza y lo oscuro
misterios no resueltos en el infinito.

Fondos fantasmagóricos
por mi imaginación creados
bellezas del universo
también creadas por mis pensamientos.

Agujas colgadas del techo
espadas de Damocles bien afiladas
pendientes de un hilo incierto
de resistencia indeterminada.

Se escuchan los sonidos
los del silencio entre la nada
otros indefinidos
de algún lugar donde no llegan las miradas.

Miro al inexistente cielo
bóveda llena de amenazas
pequeños ojos escondidos
vigías con alerta avizora.

Silentes, nadan las anguilas
sobre el lodo posadas
sensibles a las pisadas
escurridizas si intentas agarrarlas.

El agua,de azul imaginario
con la luz de una linterna apagada
nadando a tientas
buscando la luz de mi mente trastocada...

Toni Oliver

Pintura de José Aladid Cochón



Me pregunto yo:

Me pregunto yo

Me pregunto yo:
¿Si tanto avanza la medicina
porqué cada vez hay más enfermos?

Mi inteligencia a entender no alcanza 
si antes la gente con poco se curaba
ahora, con tanto avance más enferma.

Cada vez más enfermedades inventadas
las farmacéuticas más enriquecidas
la alimentación más envenenada.

Virus inventados
pandemias provocadas
otros de “plandemias” hablan.

Donde está el avance de tanta medicina
si lo que sana lo eliminan
lo que envenena lo callan.

¿Será acaso que este avance sólo sirve para unos pocos?
Esos que las farmacéuticas controlan 
que los virus provocan y otras enfermedades...

Para el resto, conejillos de indias
cobayas o simplemente ganado
usar, probar, tirar, es lo único valorado.

Acaso somos peones de ajedrez
para experimentar partidas
una vez usados, a la caja, luego bien enterrada...

Ahí lo dejo, reflexión
cada cual saque su conclusión
que la única verdad está desterrada.

No sea que el pueblo
pensando e investigando
la encuentre escondida entre la nada.

Toni Oliver



Vente a mi vera

Vente a mi vera

Vente a mi vera
entendamos las alas
emprendamos el vuelo
hacia ningún específico lugar.

Volemos disfrutando
del aéreo camino
acallemos las voces
esas que nos llaman locos
que se desgañiten mientras volamos
desde las alturas, nada escuchamos.

Si bajamos nos las cortan
no pueden soportar nuestro vuelo
más bien prefieren colocarnos cadenas
para que libertad no tengamos.

Esa libertad molesta
sólo gusta la del amo 
al resto nos quieren esclavos
obedeciendo lo mandado.

Volemos pues muy alto
sin escuchar lo que dicen “imposible”
la abeja, anatómicamente hablando, no puede volar
ella no lo sabe, simplemente vuela.

Vente a mi vera
abramos las alas de par en par
tapémonos los oídos
así no nos van a parar.

Busquemos un nuevo mundo
donde las farsas y mentiras no tengan lugar
donde el amor sea lo reinante
sin coronas que alabar.

Ese lugar donde un abrazo valga más que mil palabras
las miradas digan la verdad
las palabras, esas mejor calladas
para que a mentir no se vayan a acostumbrar...

Toni Oliver