miércoles, 26 de agosto de 2020

Me crucé con esos ojos marrones

Me crucé con esos marrones ojos

Me crucé con esos marrones ojos
como la mismísima fértil tierra
que con los pies desnudos me embarro
al desbordarse el charco.

Miré fijamente
adentrándome hacia los adentros
encontrándome frente e mi espejo
cuanto más miro, más mi mente descubro.

Momentos de miedo
viendo mi lado oscuro
otros de placer y curiosidad
como un libro descubierto.

Voy pasando las páginas
en tus ojos libros gemelos
en líneas paralelas desplazados
en el tiempo y en el espacio.

Curioso el universo
creando la convergencia
de esas líneas paralelas
haciendo real un mundo imaginario.

Descargas eléctricas
luces de colores
artificiales fuegos
fuertes explosiones.

Empieza el juego
la vorágine del deseo
el dejarse llevar, olvidándose del tiempo
desconectando el tiempo y el espacio
empezando un nuevo universo...
El nuestro.

Toni Oliver

Ya que lejos te tengo

Ya que lejos te tengo

Ya que lejos te tengo
vuela la mente lejos
en las cavernas aterrizando
donde guardas la mieles del esfuerzo
para saborearte en el recuerdo.

Un cruce de miradas
ojos frente ojos
mudas palabras
hasta sonrojos
no se mueven ni las pestañas.

Tus labios
al igual que los míos
sedientos y hambrientos
por la resaca del tiempo
deseosos de besos.

Bajando entre las montañas
subiendo al cielo
esos picos al cielo desde la cima
saboreando el frescor del tiempo
ardientes, al mismo tiempo hielo.

Bajando a las dunas
calentándose la ardiente arena
desde arriba el sol sin templanza
el suelo los pies abrasa
espejismo ante las pupilas.

Bajando, buscando el fresco
la caverna del recuerdo
de la ilusión, la vida
un oasis de agua tibia
en fuego se convierte la brisa.

En ríos se convierten
entre las cañadas de la ilusión
desde la fuente del deseo
hacia el océano inmenso
abro los ojos, todo un sueño.

Toni Oliver