viernes, 14 de abril de 2023

Vivimos con prisas

Vivimos con prisas

Vivimos con prisas
pero ¿Prisas para qué?
¿A dónde vamos tan corriendo?
¿Para llegar antes a nuestro entierro?
¿Para enfermarnos con el estrés?
Luego llegamos, nos paramos
no pensamos el porqué tanto correr
nos perdemos el viaje
los pequeños detalles
los que tienen un gran valor
y no tienen precio...

Sí, pero hemos llegado antes.
¿Antes para qué?
Te pones a pensar y ni idea
no sabes porque quieres tanto correr.
A veces respondes, es que gano más dinero.
Y te pregunto:
¿Para gastarlo en qué?
¿En medicinas o cosas que no necesitas?
Te lo pregunta uno que de tanto correr
llego escacharrado a ningún lado
con suerte al quirófano
para salvarte de la tumba prematura
a la que llegas con tanto correr
y luego darte cuenta del tiempo perdido en las carreras
que no tienes nada, que lo de mucho tener es una quimera
perdiste la vida aunque respirases
te perdiste todos los detalles
lo perdiste todo, sí, todo
pues tienes que volver a empezar
una nueva vida con más calma
disfrutando de lo que te queda
después de ver la guadaña a la Parca
que para ti estaba muy bien afilada.
¿Vale la pena tanto correr?
Vive despacio, como la tortuga
donde va se lleva su casa
no tiene prisa por llegar
donde está el donde mejor puede esta
disfrutando de todo lo que puede hallar.

Toni Oliver

Le escuché

Le escuché

Le escuché cantar mis poemas
mientras que con sus dedos
del piano sacaba una hermosa melodía
con sus notas me encontraba navegando
con las velas abiertas al viento
para una infinita travesía.

Travesía en la que las palabras estaban volando
al son que les empujaba la brisa
su voz melódica susurrando
se escuchaba en los oídos
revoloteando, cual mariposa
sobre las flores bailando.

El viento me susurraba
también al oído cantando
los versos que de su boca salían
el trino de los pájaros
convertido en melodía armónica
hasta que te encuentras levitando.

No, este regalo no me lo esperaba.
¿Acaso me lo merezco?
Pero no me hago preguntas vanas
simplemente siento y agradezco
cosas así no pasan todos los días
así que, a celebrarlo.

Celebrarlo cambiando la dirección de las velas
y que siga sonando la música
la de las olas, la del viento
o simplemente la alegre brisa
que acaricia mi cuerpo
mientras la sal del mar lo adorna.

Vienen las tormentas, arrecia el viento
se lucha con la sangre fría
las velas hacen el resto
hasta que viene la calma
donde de nuevo reina la alegría
la paz del alma, del cuerpo.

Toni Oliver