Mi mente
Mi mente
retrocedió a tiempos pasados
al ver a los niños
columpiándose en unos columpios improvisados.
Sorteando las olas
en una playa indómita
donde la vegetación se funde con el agua
con sus abrazos y caricias.
Colores diversos
como los secretos versos
silentes, que se crean en el cerebro
para un amor ignoto.
En la arena, las conchas
clavándose en los pies como navajas
eso sí, algo gastadas
crujiendo bajo los pies, esas delicadas plantas.
Un pino, olvidado en el tiempo
brazos fuertes como los de Sansón
una vieja cuerda, un tablón
unos nudos bien hechos.
Los niños soñaban
un columpio para ellos mientras el silencio callaba...
“Niño, deja de joder con la pelota”
“Niño, eso no se dice, eso no se hace, eso no se toca”.
En cada vaivén un vuelo
un cielo de cara, a la espalda otro cielo
agarrados en las cuerdas, estaban en su trapecio
cumpliendo, por momentos, esa gran ilusión.
Ilusión de ser simplemente niño o niña
sin mas diversión que ser su propia esencia
no lo que las normas mandan
rebeldes con o sin causa.
Toni Oliver
Pintura de Cosme Andreu