Salía el sol
Salía el sol
la luna en mis manos
bella ella cogiendo color dorado
la dejé ahí un rato.
Ambos se miraban como dos enamorados
gran sonrisa en sus labios
no se veían cara a cara hace miles de años
unas lágrimas en sus ojos
que poco a poco se iban evaporando
mientras el sol la iba calentando.
La solté al aire, se fue alejando
volviendo a su mundo oscuro
iluminando, sombras fabricando
según los cuentos, al cantar el búho
se eriza la piel al son del miedo
por los humanos fabricado.
Bajo las sábanas de un universo
nublado de espuma de algodón
soñó con su enamorado, el sol
éste, con toda su energía quemando
feliz de haber encontrado
esa luna con quien siempre ha soñado.
Toni Oliver