domingo, 7 de noviembre de 2021

Brava la mar

Brava la mar 

Brava la mar 
al romper con su enfado
contras las duras rocas
su furia sale lanzada
hasta el mismísimo espacio
donde antes no había nada
ahora son montañas
de furia, angustia, bravura
sin poder negar su hermosura
al verla tan bravía
espectáculo único
sólo quien lo vive descifra
las simples palabras no cuentan
lo que se siente cuando se mira
ni el sabor de la piel
cuando la sal en ella cala
cuando te relames, salada
torna la saliva.

Toni Oliver

Verdes prados

Verdes prados

Verdes prados, 
mirando al mar 
su romper sobre las rocas
esa espuma blanca
forma indefinida
que en el aire se pulveriza
como la mismísima neblina.

Sabor salado, te relames
con los párpados cerrados
respiras hondo ese trozo de mar 
que en los pulmones entra
como medicina para el alma.

Sentada, como una sirena 
sobre las rocas de mar bañadas
aparece un cromañón 
todo peludo, espesa barba
salido de las cavernas cántabras.

La sirena, entre incertezas
o certezas vanas
deliran sus pupilas
el corazón baila 
mariposas en las entrañas.

Como en un cuento de hadas
con sus vaivenes, como las olas
que la propia roca bañan
entre cánticos, miradas
dulces palabras románticas.

Duda la sirena, pero acata
sí, acata el ser salvaje mientras ama 
ser libre como el viento, como su alma
cogidos de la mano se embarcan
en un viaje sin barco, avanzan.

Ya, en el mar, sobre las olas
patinando sobre ellas
juntos una vida nueva
caminando entre las aguas
las profundidades ignotas.

El cromañon enseña sus cavernas
la sirena las profundidades del mar 
ambos su propias entrañas
aflorando esas salvajes almas
sacando lo mejor de cada.

Volando sobre ambos murciélagos
salidos de las oscuras cavernas
ambos mostrando su belleza
uno las de la tierra
las del mar la sirena.

Como en un tobogán
saltaron sobre las olas
cambiando la montura 
por fornidos delfines
TioVivo marino.

Bajando a las profundidades
sobre el pulpo gigante
de brazo a brazo deslizándose
montaña rusa viviente
sobre brazos serpenteantes. 

Por un momento, ante los ojos
de ese pulpo gigante
tres miradas irreverentes
dos caminos convergentes
hacia la oscuridad iluminada.

De entre esa nada presente
un mundo desconocido
sensaciones no escuchadas
sentidas en ese viaje
incontables, no narradas.

Un día, un inesperado cambio
accidente de la vida imperdonable
dos vidas convergentes se separaron
viendo alejarse sus manos, una promesa
encontrarse entre el mar y la tierra
como el cromañón y la sirena.

Toni Oliver.