Vino a verme el pájaro cantor
Vino a verme el pájaro cantor
de mi mano comió
escuchando el agua del arroyo
como corría tras bajar del gran salto.
Al acabar el almuerzo
me dijo pegando pequeños saltos
voy a verla, allá a lo lejos
si quieres le canto algo.
Cántale la canción del beso
con la música de un fuerte abrazo
el cantar del agua a su paso
el calor tierno de mi mano.
Se fue, se fue volando
de lejos se escuchaban sus trinos
cada vez más lejanos
quedando en el mudo silencio.
Miré dentro del arroyo
ahí estaba tu rostro
también el pájaro cantor
cantándote el beso y abrazo.
Una lágrima de felicidad cayó
de esos ojos ya lagrimosos
ya veían borroso
la imagen desapareció.
El agua formó un remolino
cuales labios mandándome un beso
sonó un fuerte estruendo
quedando pegado en mis labios.
Lo guardé como recuerdo
de esa lejanía para no olvidarlo
cada vez que en ti pienso
suena mi corazón con su estruendo.
Toni Oliver
