lunes, 11 de noviembre de 2024

Quise amar a la rosa

Quise amar a la rosa

Quise amar a la rosa
con la fuerza del amor 
que estaba buscando
me pinchó con descaro
me quedé sangrando.

Miré al cielo
vi las nubes volando
libres, al son del viento
siendo sin ser algo
entre la nada y el todo.

La sangre corría en mi dedo
tras el fuerte pinchazo
llegando ésta a bañar el suelo
de rojo tiñiéndolo
este amor me está doliendo.

Arde como el fuego
si ni siquiera le he dado un beso
sólo quería acariciar sus pétalos
rojos aterciopelados.
¡Son tan bellos!

Me quedé pensando
qué lección me está dando
¿Acaso me está diciendo?
Duele el amor
y no te has enterado.

Un mudo eco en mi pecho
insonoro, callado
herido mi corazón
al tiempo aliviado
llamas del amor envenenado.

Elijo seguir buscando
la libertad del infinito
sin barrotes de pensamientos
simplemente, vivir el momento
como las nubes, volar con el viento

Toni Oliver



Me puse a mirar el cielo

Me puse a mirar al cielo

Me puse a mirar al cielo, aparecieron las nubes, los pájaros con su trino ponían la música, mientras en el azul escenario, un escuadrón de nubes blancas y negras iban tomando formas diversas. Como por arte de magia, apareció un perro peludo, sonriente, blanco, cara de travieso, persiguiendo a la Parca que se había olvidado la negra capa, atravesando los rayos de sol entre los orificios de la calavera, misteriosos haces de luz como ojos.

Una bola de pelo o algodón perseguida por una liebre saltando sin ton ni son, abría su boca mostrando sus dientes, convirtiéndose en un enorme pájaro, quizás un águila, tal vez un buitre en pleno vuelo, observando su próxima pieza...

Una gran ballena salida como si fuera un gusano de seda de su propio capullo, persiguiendo a la liebre con sus saltos, ambos, disolviéndose en el cielo como por arte de magia, dando paso a un león con sus fauces abiertas intentando sonreír, desmelenado, quieto, moviéndose arrastrado por el viento... Un gran barco atravesando el cielo, con su palo y las velas a todo trapo, hasta disolverse como si fuera un sueño....

Los pájaros seguían trinando, rompiendo el silencio de la tarde, fresca, esperando nuevos vientos y la lluvia que en un rato asomará, quien sabe como tormenta o simplemente como una bendición en esta larga sequía tres el seco verano...

Toni Oliver



Navegando por los mares cibernéticos

Navegando por los mares cibernéticos

Navegando por los mares cibernéticos
con afán de aprender algo nuevo
más allá de los tiempos
donde la Etiqueta existió
nadie chillaba, nadie chilló
eran normas de respeto.

Ahora, nuevos tiempos
atrapados en una red de tamaño permitido
las mallas han estrechado
para que no puedas decir ni pio
todas las letras pasan por ese filtro
como, en aquellos tiempos, el patio del colegio.

Cada día esas mallas más van estrechando
la censura de lo “perverso”...
¿Me pregunto, quién es el perverso?
El que censura o el censurado
el primero metiendo miedo
el segundo intentando evadirlo.

Me recuerda viejos tiempos
los del tiro en la nuca y al olvido
las cunetas, nido de gusanos
de la tierra, el abono
un humano compost fabricado
por seres descorazonados.

La verdad andamos buscando
en un río revuelto
de mentiras y barro
de esa vida el escenario
el pueblo común es el pescado 
el pescador, el resto, se los va embuchando.

Aves pescadoras en el cielo
todo lo que se mueve es atrapado
en esta red cibernética, sobretodo
que impide todo paso
las palabras van atrapando
hasta convertirlas en el olvido.

Toni Oliver