domingo, 20 de marzo de 2022

Una historia versada

Una historia versada

Una historia versada
que jamás fue contada
a todo el mundo silenciada 
por si las moscas la gente se enterara.

Estaba el cuerpo moribundo
del gran buitre “salvador”
sus seguidores temieron
que un pueblo cansado tomara el control.

Se les encendió la bombilla...
Los moradores en la ignorancia
de letras y  política
sólo conocían “obedece al que manda”.

Expiró el “Gran Salvador”
el que le faltaba un huevo
se decía, más no se comprobó
su vieja guardia se puso en acción.

Elaboraron una Constitución
a su imagen y semejanza
llena de contradicciones y farsas
se la tragó el pueblo, no sabía nada.

Pasaron unos años
¡Ohhhhh, qué gran teatro!
El espectador embobado
había un gran cambio.

Pasaron los años
ya se le veía al lobo
su piel de cordero, 
dientes ensangrentados.

Cada vez el pueblo más informado
a la vez desinformado
se aumento la semilla del odio
de todos los males, siempre culpando al otro.

Ahora, después de cuarenta y tantos años
de la formalidad se han cansado
la gente del engaño se ha enterado
hay que cambiar a otra forma de Estado.

Las aves de carroña van aumentando...
no quieren ser controlados.

Toni Oliver

Me pierdo

Me pierdo

Me pierdo
entre las inciertas palabras
los relatos mudos de entre la nada
los versares entre falacias
los rumoreos del quien no sabe nada.

De los vaivenes
de las realidades ausentes
de los sentires pendientes
de la traición a los antecedentes
que las entrañas corroen.

Me pierdo
entre los futuros inciertos
los presentes no vividos
los pasados inventados
y mi mente hecha un lío.

Busco el camino
entre la verdad y el destino
encuentro sólo muros
en las bocas los silencios 
y nada en los escritos.

Me pierdo
entre mis desvaneos
que cuando doy algo ya por cierto
tropiezo con lo más falso
por lo que ya no doy crédito.

En mi mente
el quiero y no puedo
el puedo y no quiero
la vida y los trancazos
buscando algo de sosiego.

Toni Oliver

Sonaba tu voz

Sonaba tu voz

Sonaba tu voz
como un concierto de palabras bellas
tus dedos dirigiendo la orquesta
el sensible teclado tocando
la piel erizando
entrando en el silencio 
al chocar con los míos tus labios.

Ahora, reinaba el silencio 
sólo roto por la pasión del gemido
en los corazones sus latidos
la respiración entrecortada
los ojos cerrados
entrando en esa brevedad del universo
porque breves se hacen estos momentos.

Toni Oliver