Me clavaste el cuchillo en el corazón
Me clavaste el cuchillo en el corazón
de acero forjado con hirientes palabras
hoja viperina para agrandar la llaga
encendiendo la sangre.
Se tornó ésta
su rojo en llamas
quedando las brasas
humeando cual incienso.
Se expandió el humo
su perfume, por el universo
llegando a los corazones heridos
llenándolos de luz, color y muchísimo amor.
De ellos florecieron las rosas
los abrazos, los besos
encendiendo los buenos sentimientos
sus semillas esparcidas por el viento.
Desapareció la oscuridad
colores nunca vistos aparecieron
se volvió la vida más bella
retornando la paz de la mente, del cuerpo.
Floreció el Paraíso
desterradas la cizaña, el odio, las guerras
la gente aprendió a vivir la vida
ese precioso momento.
Toni Oliver
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