A veces la vida

A veces la vida

A veces la vida, esa tan bella, a la vez misteriosa, te lo da todo para elevarte a los altares, luego, sin pedirte permiso, provoca un enorme terremoto en tu cuerpo, mente, tu vida personal, dejándote en los cimientos, con todos los cascotes por los suelos, amontonados, sobre los restos de tu anterior vida. Antes tenías algo, ahora, mil motivos diferentes, nada te queda, sólo tus manos, a veces enfermas. 

Ya no es sólo el terremoto de tu vida, sino el de tu propia mente que se hunde en la miseria, al igual que tu economía, buscas salida desesperadamente, no la encuentras, no tienen ni un momento de descanso, la mente da vueltas y vueltas, se calienta, se funden los fusibles, salta el automático, el diferencial, salta todo por los aires.

Buscas una explicación a lo ocurrido, nada entiendes, te preguntas: ¿Porqué a mi? ¿Porqué esto?

¿Como voy a salir?... Mil preguntas más, sólo te llega la desesperación.

A veces la familia, amigos, incluso desinteresados te ayudan algo, pero en el fondo eres tú quien tienes que salir de este desaguisado.

Un día, sin entender nada, te pones a escribir, pero no copiar de otros, sino sacar algo de dentro de tu corazón, tu alma o como lo quieras llamarlo. Te das cuenta de que vas creando algo,. Día a día, no importa si lo que creas es bueno o malo, lo has sacado desde dentro de tu ser, eso que ahí tenías escondido, ni tu mismo sabías que es lo que tenías.

Pueden ser historias, poemas, cualquier cosa, pero que sea sacado de esos adentros invisibles. NO, no pienses que con esto vas a hacer negocio monetario, muy pocos lo hacen. Pero sacarás algo muy valioso, algo de ti que tenías escondido, algo que al salir te abre las puertas, te despeja la mente, el cuerpo, y, lo más importante, el horizonte que tenías bloqueado.

Sin más, pero con mucho esfuerzo, se superan los problemas, sigues adelante, todo con su tiempo, nada es instantáneo ni regalado.

Ya visto desde la distancia, te das cuenta el valor que tenía todo aquello que sacabas, que a veces ni te gustaba, pero era necesario, es una muy buena terapia.

Hoy otras personas que prefieren hacerlo pintando, u otras cosas que les abstraigan de la realidad y puedan crear ese algo que sacan de sus entrañas. Cada persona es un mundo...

¿Cual es el tuyo tras la gran desgracia?

Toni Oliver