Divagaciones políticas a cualquier hora del día o de la noche. 02/04/2018
Hablemos de partidos.
El de las gaviotas, el que chupa todo lo que puede para repartirlo entre ellos mismos y sus amiguetes, mintiendo tanto como habla, salvo error y disonancia con lo que quiere decir, jamás ha dicho una verdad.
El de la rosa, dice lo que le da la gana, que no está mal, pero parece una veleta girando al son del viento, un pasado cercano cochambroso y un presente que nada de lo que dice o hace se mantiene. Para colmo mantiene al partido que hay en el poder, con votos y por omisión de ellos manteniendo sus políticas, a la galería les dice una cosa y luego vota la otra.
Al del color naranja, que decir de la gran farsa, mentidas en doquier y verdades evaporadas, odia al que gobierna, pero la píldora le dora, a todo votará en contra, pero su voto entra en su bolsa. Poco más que decir, es una gran farsa, dicen que más limpia... Será por falta de oportunidades, pues lo que pinta, nada hace pensar que el jabón usase ni siquiera que no se manchase.
Y nos queda el de los malvados, los diablos, los que son la madre de todos los males, unos jóvenes, bien preparados, pero con los grillos por todos lados, ni entre ellos de acuerdo se ponen, pero tampoco son tan malos. Lo de meter mano en la caja, como los de antes, tampoco se salvan, si bien el tipo mantienen, por ahora, que de seguro nada.
Y ahora la gran pregunta: ¿Si tenemos unas elecciones y tenemos que votar con convicción de lo que votamos, a que coño de partido votamos?
Ninguno es de fiar y ninguno mira por los intereses de la mayoría de los ciudadanos, sólo por la mayoría de unos pocos, que son los que a España han arruinado.
Nos hacen falta políticos para gobernar, o más bien lo que hace falta es despedirlos a todos y implantar una democracia directa donde el pueblo participe de todas las decisiones de gobierno y olvidarnos de cualquier intermediario, demostrado que “todos”, salvo excepciones que no conozco, nos han traicionado.
Como la solución no la pusieron en la Constitución, no sea cosa que les despidiéramos, os lo dejo para que vayáis pensando.
A lo mejor a alguien se le ocurre una idea mejor, pero que sea factible. El sistema de partidos no funciona, por lo menos en este país.
Toni Oliver
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