Golpeaba la lluvia

Golpeaba la lluvia

Golpeaba la lluvia
fuertemente tras los cristales
la luz de los relámpagos iluminaba
el frondoso bosque donde me hallaba.

Retronaban en la casa
los truenos de la tormenta
los escalofríos la piel recorrían
mientras bailaban las llamas.

Cantaba con sus silbidos
el aire que por el bosque pasaba
aullaba a veces como los lobos
mientras al fuego alimentaba
de hermosos leños para calentar la casa.

Busca mi fiel perro refugio
 a mis pies cerca del fuego
calentarse quiere
también quitarse el miedo.

Tiembla con las tormentas
no se adapta a su belleza
busca mi mano
para que le llene de fuerzas.

Humea el café
recién hecho en la chimenea
perfuma toda la estancia
con su embriagador aroma
lo saborean mis labios
por las ventanas entran los relámpagos
llenando la estancia de sombras y claros.

Con un libro en la mano
sin título, pues la portada se le ha arrancado
por una vela iluminado
me adentro en un mundo
por otro soñado.

Caminando por la selva
grandes monstruos acechan
invisibles salvajes en la sobra se mueven
chascarrean las ramas de los árboles.

Lluvias como mares
en momentos caen
lo suelos en se convierten en mares
surcando la selva por todos lares.

Agarrados a un tronco
de algún lado arrancado
como salvavidas usado
viajando río abajo.

Mirando a lo lejos
el río se va acabando
fuerte sonido a agua cayendo
en mis oídos va sonando.

El miedo invade el cuerpo
sin salida por los aires voy volando
lleno de agua por todos lados
una gran cascada voy bajando.

Tronco y yo unidos
sin rumbo al vacío
vacío por fuera y por dentro
el miedo viajando al sin sentido.

Sumergido en las profundas aguas
revueltas ellas y sin aire
tronco y yo mismo subiendo
hacia los desconocidos cielos
donde me llevan los reflejos
en busca de esa bocanada de aire
para llenar esos pulmones
que secos y desechos hay en alguna parte.

Remanso de agua
bajo la gran cascada
increíble el seguir vivo
ante tan incrédulo viaje.

Un golpe en el suelo
sobresalto delante del fuego
el libro saltó de mis manos
mientras del estruendo me despierto.

Siguen las llamas calentando
mas falta leña al fuego
o se apaga en poco tiempo...
Hay que avivar este fuego.

Toni Oliver