Divagaciones políticas a cualquier hora del día o de la noche. 29/02/2016
Después de ver el bochornoso circo político que tenemos y que después de las últimas elecciones cada cual está mostrando sus peores artimañas con tal de conseguir algo de poder donde poder seguir chupando mejor del bote, olvidando las promesas y los principios políticos, si alguna vez los tuvieron, de sus partidos respectivos, creo que ya ha llegado la hora de que todos los españoles pensemos un un sistema político donde no existan los políticos, se ha demostrado que se gobierna el país mejor si no hay ninguno en el poder y el que hay en funciones está escondido detrás de su sillón con el orinal bajo sus posaderas por si no le da tiempo a llegar al salón de descomer pertinente, esperando que los demás se den el batacazo con sus avariciosos pactos sin futuro alguno.
Como sería esta España si las cosas las decidiéramos los españoles directamente, sin intermediarios, que, una vez votados, se nos venden al capital y nos traicionan a todos vendiendo (regalando) el país y luego a todos los españolitos por mero placer de un sillón en alguna parte donde cobrar por unos inútiles servicios, pes ninguno está capacitado para cargo alguno de los que se les otorgan esos sillones.
Como de bien nos vendría una Democracia Directa, donde nuestros votos directos sean completamente vinculantes a la junta gestora que actuaría de Gobierno, junta que estaría formada por funcionarios cualificados, que los tenemos, y que en el fondo sería la encargada de aplicar lo que el pueblo vote...
Es un sistema difícil en un principio, pero de momento y visto lo visto en todos esos años de “Democracia” creo que sería el mejor de los sistemas. Sólo es poner las cosas claras desde el principio y empezar de nuevo con una Democracia Real y no ficticia como la que tenemos en la actualidad.
En fin, son mis divagaciones, pero id pensando, pues a este paso y con el ritmo que llevamos nos convertiremos en esclavos de esa clase política que actúa como el perro del hortelano, siendo el hortelano las grandes empresas, multinacionales y banqueros, no sólo españoles, sino internacionales.
Toni Oliver
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