Mírala
Mírala
mira esos pétalos rojo fuego
como se encienden a tu mirada
esperando el revoloteo de las mariposas
como el de las abejas para chupar su néctar.
Mira al interior de su corola
entre sus estambres, lagunas negras
simulando ojos, con sus cejas
adentro, esas oscuras pupilas
brillantes como el sol un día de siembra.
Ojos que ante la mirada
te absorben, te atrapan
entrando en un mundo oscuro que palpita
navegando por todas sus venas
recorriendo sus entrañas.
Mundos secretos, en su busca
en esas oscuras cavernas
donde cuanto más recorres más el misterio avanza
acumulando en las propias entrañas
esa infinita intriga.
Sin darme cuenta
esos pétalos me abrazan
me siento como una abeja atrapada
al tiempo que acariciada
llenándome de ternura.
En un momento, sin esperar nada
mi mente, ya tranquila, muda
sólo se siente el respirar sin prisas
sintiendo ese momento de calma
mi mente no piensa en nada.
Sólo siente, sin más
siente el flujo de su savia
el dulzor de su néctar que me baña
sus labios su sabor me inyectan
su saliva, mi droga inyectada.
Toni Oliver
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