Somos como el viento
Somos como el viento
aparecemos y desaparecemos
sin ver ni ser vistos
con suerte quedamos en el recuerdo
cuando las caricias en la piel grabamos
o en el corazón nos alojamos
en nuestro paso hacia el desierto.
Vivimos un pasado
ya desaparecido
imaginamos un futuro
difuminándose como el viento
de vivir el presente nos olvidamos
dándonos cuenta cuando este ha pasado
olvidado, en vano.
Pasan los años
de algo muy importante nos percatamos
con tanto pasado y futuro
el presente se nos ha pasado
sin quedar grabado
más que en un fugaz calendario
simples números ya borrosos
que a leer ni alcanzamos.
Aparecemos
nos creemos los dioses del universo
indestructibles como el acero
con el pasar de los años
acabamos como el hierro
oxidados, olvidados
poco a poco de nos no queda ni rastro.
¡Oh! Ese ego
de colores vivos pintado
ta que con el sol se van gastando
desapareciendo al primer cambio
cuando del cuerpo no quedan ni los restos
más bien un mal sueño pasado
en una caja de madera para gusanos.
Aparecemos, volamos
sin dejar rastro
quizás alguna pluma en el recuerdo
que se nos desprende mientras volamos
a lo más profundo del ostracismo
con nuestras quimeras y engaños
pensando que todo lo que nos han enseñado es lo cierto
permaneciendo en el olvido.
Toni Oliver
Foto de María Valiente
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