Salieron de su tumba
Salieron de su tumba
las descarnadas calaveras
hartas de su aburrida existencia
se pusieron a bailar.
Como si más vida no hubiera
sobre las tapas de su tumba como batería
el viento que soplaba entre las rejas
dejando sus sonidos como trompetas.
Se montó la gran fiesta
el gran concierto de primavera
entre las blancas nieves tras su caída
sobe el suelo de la eterna paciencia.
Descarnadas estaban
no se conocían la cara
los odios de vida no aparecían
los sexos tampoco importaban.
Llegaron las luciérnagas
iluminando como en las verbenas
con ellas las libélulas
como sueños de hadas.
Asustado estaba el guarda
cosas como estas nunca pasaban
siempre era el reino de la calma
de la mano le cogieron para que bailara.
Mucho miedo en su cabeza
poco a poco se disipaba
como un loco ya bailaba
descuidando su vigilancia.
Poco importaba, ya dormitaba
en su triste butaca
en su rostro una sonrisa
el sol le daba en la cara.
No entendía nada
miró las tumbas
estaban aderezadas
limpias, como si no hubiera pasado nada.
Toni Oliver
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