Corría el unicornio
Corría el unicornio
oscuro tirando a negro
blanco su cuerpo
al monte Venus acercando
por caminitos escondidos
entre grandes montículos
por el tiempo erosionados.
Pastaba por los verdes prados
bebiendo de la fuente sus jugos
a veces jugosos, otros salados
algunos con sabores no recordados.
Fuente sagrada, prohibido el paso
sólo para unicornios autorizados
pagando el peaje marcado
en los estatutos de uso privado.
Despistado Don Unicornio
al monte Venus entrar intentando
un muro de cáñamo
contra él sus cabezazos.
La gran fuente va olisqueando
su paciencia se va descontrolando
caballo salvaje ya desbocado
Se aleja, coge carrera, da el salto
sala de espejos, se ve retratado
se mira espantado
en su cabeza un unicornio
nunca se lo había notado.
¡Qué espanto!
¿Como se puede vivir con eso pegado?
Triste cabizbajo
se olvidó de lo que estaba buscando
se vio dando vueltas por el prado
comiendo más y más pasto...
Toni Oliver
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