Una ventana, un árbol
Una ventana, un árbol
un tímido sol despidiéndose
entre las hojas sus sombras y reflejos.
Ella, sus rojas sedas
transparentes como la imaginación
en sus manos un violín con sus cuerdas
unas notas un, arco.
Unas velas con sus llamas
parpadeando al son de la brisa
iluminan en penumbra
el arco las cuerdas acaricia.
Vibran esas notas
salidas de esos dedos al pasar del arco
se estremece la piel, el cuerpo
danza la mente al son del vals.
Acaricia la brisa esa blanca piel
unos labios ansiosos de besos
dedos, manos en búsqueda
de erizar el vello son sus caricias.
El sol ya acostado
tras los árboles, el monte
oscuridad tras los cristales
luciérnagas, sueños de hadas.
Cansada la vista
llorosos los ojos
divaga la mente
como las notas en el ambiente.
Se consumen las velas
formando formas diversas
estrafalarias, extrañas
afuera minúsculas luces
danzando con su magia.
Toni Oliver
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