Se subió al árbol la niña
Se subió al árbol la niña
que tanto ya no era
mas su mente como tal sentía
su cuerpo a todos lados le seguía.
Por las ramas trepaba
como los monos por ellas saltaba
la alegría siempre le hacía compañía
tanto de noche como en cualquier día.
De los árboles pasó al cielo
saltando entre las ramas de las nubes
de algodón desilachadas
por los cielos ella navegaba.
Se enamoró el sol de su belleza
de la alegría que irradiaba
de la sonrisa instalada en su cara
de toda ella, la niña que saltaba.
Soltaba el sol flamas de alegría
iluminando su piel blanca
poco a poco se ponía colorada
todo su cuerpo ante el sol estaba
mostrando esa belleza
que sólo ella portaba.
Celosa se ponía la luna
a ella también le gustaba
destrozarla no podía
también la amaba
por las noches la iluminaba
con su luz la contemplaba.
Alcanzarla con sus manos no podía
con su luz la acariciaba
poco a poco su piel se erizaba
lágrimas de felicidad caían en cascada
de esos ojos de esa niña enamorada
del sol y la luna
de la vida y su locura
su alegría todo lo iluminaba.
Toni Oliver
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