viernes, 24 de enero de 2025

Emulando al Señor de los Anillos

Emulando al Señor de los Anillos.

Vivimos en un mundo oscuro, gobernado por unos pocos en la sombra, no se conocen ni los nombres ni sus rostros, sólo las caras de sus adláteres que les dan rostro. Una docena de familias dueñas de la mitad dele planeta Tierra. Un ejército de mentideros, informando de falsas verdades a través de sus medios, los Gobiernos por ellos controlados vendiéndoles, más bien regalándoles, los ríos, su agua, el campo para energía, etc. haciendo que el pueblo se quede sin nada, ahora, en efecto, siendo más esclavos que antes. Lo han dejado sin nada, sin tierras en donde sembrar, sin agua para beber y regar, el que quiera que pague el precio, no su valor, que les pongan y digan los Gobiernos de facto en la sombra.

Ya somos simples muñecos manejados por hilos invisibles que manejan nuestros Gobiernos y estos manejados por otros hilos, también invisibles, por los que de facto gobiernan.

Ellos tienen las armas, nosotros nuestros cuerpos y mentes. Sí, has leído bien, nuestras mentes es el siguiente objetivo, están ganando mucho terreno en este campo. Pero, si acallamos a sus voceros, apagamos todo el gran circo, es decir, ni prensa, ni televisión ni ningún medio que sea oficial, buscar, leer y discernir todo lo que se publica en otros medios, cribarlo todo hasta llegar a la mínima parte de verdad existente, es difícil encontrarla, pero la hay.

Dice un refrán: “No puedes cambia el mundo, pero puedes cambiar tú”. Y tiene razón, no podemos cambiar el afuera, pero sí podemos cambiar desde dentro y el mundo que vemos cambiará sólo.

Busquemos nuestra luz interior, hagámosla brillar como si fuéramos un faro para iluminar a otros, que se den cuenta del gran engaño y sigan su propio proceso hacia su interior.

Entre todos, poco a poco, es un lucha ardua, sobre todo lo de mirar nuestro interior aceptarlo y reconocerlo, vender nuestro propio Ego, convirtiendo nuestra sabiduría en humildad. Entre todos podemos formar un mundo de luz que gane a la oscuridad, un ejército de luciérnagas para romper el mundo de las sombras, transformándolo en un mundo de amor hacia todos y hacia el entorno que nos envuelve, es decir, este planeta Tierra que nos sostiene y nos sustenta, rompiendo así las oscuras fuerzas de destrucción existentes.

Es una dura y larga batalla, no es fácil, ya lo he dicho, pero si empezamos uno a uno, entre todos lo conseguiremos.

No se trata de ponerse medallas, sino de romper la esclavitud que nos han impuesto desde milenios atrás.

Se puede, intentémoslo.

Hagamos de la utopía la realidad.

Toni Oliver



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