Al amanecer
Me encontré, al amanecer, con el sol radiante que cegaba mis ojos, las legañas, aparecidas tras la pasada noche en vela, la tormenta que dicen que va a aparecer, como por arte de magia, mi sueño, que por mucho que lo intente me va cerrando los ojos constantemente, mi mente con ganas de hacer cosas, mi cuerpo adormilado, un coche aparcado delante la puerta del aparcamiento, horas esperando la policía y la grúa para poder entrar en él, tampoco había aparcamientos en la calle disponibles, no, no era un mal sueño, el sueño es el que tengo ahora intentando mantener los ojos abiertos, mientras, la tormenta aparece de repente, con los hechos que vuelan más rápido de lo que la mente puede digerir, la lluvia y el viento, por un lado incesante y cuando cesa manteniéndote en tensión por no saber como va a continuar, intento tomármelo como un placer lo de ver la tormenta, pero... El rayo justo a mis pies estallando sobre la tierra, un trueno que ha hecho vibrar todas las células de mi cuerpo, incluso las de mi dormido cerebro, sintiendo como se por milésimas de segundo todo se derrumba, mi corazón, todo acelerado, como un caza a diez “mach”, con el desacelerador estropeado, la aceleración en aumento, el calor del rayo todavía quemando mi cuerpo... No veo fuego ni humo, pero ardo por fuera y por dentro.
Toni Oliver
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