Encerrada
Encerrada
en la cárcel de mis pensamientos
en mis labios el filo de la navaja
mi mirada al infinito
sin decidir nada.
Vuelan los barrotes
como si fueran espadas
se baten en una pelea de esgrima
escuchándose los golpes en sus aceros
avisos de campanillas.
Tormenta de rayos y truenos
unas pupilas giratorias
siguiendo los movimientos
de cada inútil pensamiento
pasados, futuros...
En el presente no me hallo
sólo en la incertidumbre en el adverso
hasta que aparece el silencio
entre la algarabía del universo
campanillas de viento.
Colgada de las lianas
intentando subir al cielo
el suelo cada vez más lejos
al igual que el inalcanzable extremo
aunque el suelo esté a dos palmos...
Toni Oliver
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