Sentado sobre una roca
Sentado sobre una roca, mirando al mar, intentando evadirme de mi triste vida llena de estrés y pocas alegrías. Saboreando, de la brisa, ese sabor salado que se pega en los labios, con la lengua me los relamía. Se me cerraban los ojos, el sol calentaba mi cuerpo... Allá a lo lejos sobre una pequeña isla, una hermosa sirena cantando a la vida. Como náufrago sediento, ya sin razón ni entendimiento nadé con fuerzas, si alguna quedaba, par alcanzar la bella sirena. Quería rehacer mi vida.
Toni Oliver
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