Nunca fui niño, nunca fui adulto
Nunca fui niño, nunca fui adulto
la niñez me la robó el destino
mas el niño no murió
se resistió tanto
que de agotamiento se adormeció.
Adulto con ganas de saltar
de reír, bailar, jugar
sin entender porqué me querían programar
como un robot que no sabe pensar
sólo les importo para trabajar
dormir, comer, gastar
al levantarme, más trabajar
mucho circo
para que mi mente no pueda pensar.
Con el tiempo ya calvo
arrugas por todos lados
encuentro a ese niño secuestrado
me veo en él, aunque ya más cascado
poco importa, está a mi lado
tanto, que anciano y niño
después de hablar un rato han pactado
que aunque duelan los huesos
la vista vaya fallando
el motor renqueando
no se van a separar después de lo pasado
juntos nacieron, juntos irán viajando
caminando, saltando, bailando
riendo, cantando, si hace falta llorando
de penas, de alegrías, la vida sintiendo
poco importa lo vivido, anécdotas de pasado
sólo importa seguir caminando
si es posible por esos caminos no trillados
donde la emoción aflora por cualquier lado.
Toni Oliver
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