A veces uno se siente con las manos vacías de tanto dar y nada, a cambio recibir....
Cuando las manos vacías se quedan también sin carga están, esto en el fondo y aparte de las pérdidas, es una gran ventaja, están abiertas y libres para recibir, si bien quizás no de quien le diste todo, sino del que esté dispuesto a dar y de ti recibir.
La vida es un constante ir y venir, es un perder y ganar, otras veces empatar y otras veces ni lo uno ni lo otro, pero en todas las facetas y pasos la vida lo que hace es enseñar... Pero a veces la enseñanza con sudor sangre y lágrimas entra. Como humanos que somos, a veces aprendemos la lección y otras volvemos a caer en el mismo error, pero en el camino siempre seguimos...
Eso sí, a veces más apaleados, otras menos y a veces ¡VICTORIOSOS!.
Nunca perdamos las esperanzas, simplemente, vivamos, sintamos y disfrutemos de cada paso, el futuro, el solito, en presente se convertirá en su momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario