miércoles, 20 de noviembre de 2024

El lápiz

El lápiz

Estaba el lápiz, triste, aburrido, se le acercó una hoja de papel en blanco muy pálida, se afiló, se puso a dibujar una imagen bella. La hoja, al mirarse al espejo, se puso a llorar, su virginidad había perdido, ya no era blanca inmaculada. Vio pasar toda su corta vida ante el espejo. Se veía como se soñaba, pero nunca pensó que eso era para perder su inmaculada imagen de blanco.

Lo aceptó, se fueron el lápiz y la hoja dando un paseo cogidos de la invisible mano, el camino era pesado, angosto, cuesta arriba, lleno de baches, la hoja se puso de nuevo a llorar al ver como se manchaba de barro. El lápiz, asustado, la limpió, con todo el cariño que sabía dar, la dobló hasta formar un avión, cogió un poco de carrerilla, en el último impulso saltó sobre él, elevándose por los cielos, por encima de las montañas, los dos felices, aprovechando las fuerzas del viento, volaron y volaron más allá de los cielos, perdiéndose en el infinito espacio, divagando por los tiempos de los tiempos entre estrellas, sin acercarse demasiado, no sea que al mínimo intento se vayan quemando. Siguieron por si infinito viaje hacia las galaxias, acercándose cada vez más y más a ese mundo desconocido, del que tan poco sabemos...

Toni Oliver



martes, 19 de noviembre de 2024

Me abracé a un árbol

Me abracé a un árbol

Me abracé a un árbol, me apetecía. Era grande, frondoso, un tronco de una circunferencia que me venía justo alcanzar a tocarme los dedos cuando lo abrazaba. Pegué mi cuerpo a su tronco, mi cara rozando su corteza áspera. De momento no sentía nada, pero con el pasar de los minutos, empecé a sentir como su savia recorría todo ese tronco, cuasi silente, salvo un ligero zumbido, como el de un afluente, corriendo por sus venas.

Pasó un indefinido tiempo, me sentí parte de esa savia, recorriendo todas las ramas, sus hojas, hasta sus raíces, bien hundidas en la tierra. Me uní al micelio de esas profundidades, fundiéndome en esa gran masa de minúsculas raíces, hasta llegar al centro de la tierra. Unas puertas, grandes, infinitas, rojas, encendidas con sus llamas permanentes, no me infundían miedo, todo lo contrario, una infinita curiosidad por lo que habías tras ellas. Las empujé, se abrieron suavemente, no me quemé, no quemaban.

Encontré un gran espacio, lleno de libros conteniendo la sabiduría del universo, cuanto más por ahí me paseaba más sabiduría acumulaba, una sensación maravillosa, en nada se parecía a todo lo que en la superficie me habían enseñado, me di cuenta de la gran mentira en que vivíamos, todo era un engaño.

Seguí paseando y acumulando sabiduría, hasta llegar a otra puerta, también grande, no tenía llamas, estaba cálida. La abrí, un enorme mar, rodeado de montañas y playas aparecía ante mi vista, atravesé el umbral, adentrándome entres esas playas, arena fina, rodeada por  un lado de montañas con frondosa vegetación, al otro lado, el mar en calma, sus olas entrando de forma placentera y calma, susurrando a la fina arena sus secretos al tiempo que se acariciaban.

Me adentré en esas calmas aguas, templadas, agradables. Nadé hasta que la costa apenas se veía, me tumbé boca arriba, flotando. Mientras descansaba, noté unas manos que me acariciaban, no quería abrir los ojos, era una muy agradable sensación, pero extraña, me acordé que estaba en medio del mar, eso no era normal, abrí los ojos encontrándome con los suyos, acules, brillantes, hipnotizantes. Deslumbrado no alcancé a ver su cara, ni su cuerpo. Intenté con mis manos devolverle las caricias, se deslizó entre ellas, dándome vueltas alrededor, nadaba como si un pez fuera, pero con una enorme cabellera, a veces rubia, otras morena, peliroja, pensé que me estaba volviendo loco, no entendía nada.

Me cogió la mano, me arrastro hasta el fondo de las aguas, algo raro de nuevo pasaba, podía respirar bajo el agua. Me di cuenta de que era una sirena, cuerpo de pez, con sus escamas, por cierto, bajo los rayos de ese extraño sol, brillaban.

Me enamoré de esa sirena, sin nombre, mis palabras bajo el agua no sonaban, ella me hablaba con su mirada, me hipnotizaba.

Desperté con los rayos de sol que entraban por la ventana. Palpaba la cama por si ahí ella estaba, Nada, no había nadie ni nada, sólo las sábanas, como cada mañana.

Por las noches aparecía en sueños, me susurraba toda esa sabiduría que había en el infierno, recordándome todo lo que se me olvidó al despertar por la mañana. En mi mente pensaba, “lo tengo todo, pero sin ella no tengo nada”...

Toni Oliver



lunes, 18 de noviembre de 2024

Hoy no sé qué escribir

Hoy no sé que escribir

Hoy no sé que escribir
intento mirar al pasado
no lo encuentro
hacia el futuro
no lo hallo ni de lejos lo veo
miro mis pasos sin más tiempo
los pies en el suelo encuentro
mientras los pasos ando
miro atrás, todo ya es viejo
al mar miro el horizonte, muy lejos
cuanto más me acerco
lo veo igual de lejos.

Me quedo en silencio 
mirando al mar estoy
ese preciso, precioso y bello momento
viendo las olas, su vaivén, su sonido
mientras el corazón
del presente va marcando los pasos
sin pensar en nada más que seguir latiendo.

A la gente no le gusta el silencio 
a mi me encanta como compañero
me deja escuchar la vida, los pájaros
hasta el nadar de los peces si bien escucho
la brisa sobre mi piel escucho y siento
su sabor salado saboreo
a pequeñas micro gotas puesto.

Este silencio, mi compañero
me habla dejándome escuchar mis pensamientos
emborronados por el diario jaleo
ahora, claros, nítidos
no interrumpidos por el ruido.
Cierro los ojos, todo se ve más claro
abriendo la caja mística de la imaginación.

Mis adentros siento
escuchando los susurros del corazón
olvidando la lógica del cerebro
a veces con él disociado
el cerebro no entiendo de intuición
el corazón no entiende ni de lógica ni razón.

Y sigo sin saber que escribir hoy...

Toni Oliver



domingo, 17 de noviembre de 2024

Frágil alma

Frágil alma 

Frágil alma 
dónde vas tan cargada
peso de acero y chatarra
armadura de mil latas
ojos de perlas falsas
hechos con culos de botellas
en sus tiempos llenas de lágrimas
también falsas
no sea que se note la falsedad de tu alma.

Miedo a las cosas inventadas
por mentes perversas
que en tu cabeza
silenciosamente calan.

Te vas formando cada vez más duras corazas
para que no se atrevan a agujerearlas
te olvidaste que estás encerrada
también de la clave para eliminarlas...

De tus pensares esas latas
barreras infinitas
encerrando los miedos a ser descubierta
he ahí todos los traumas
no te acuerdas que hay dentro de esa hojalata.

La clave es, te lo recuerdo, soltar toda esa chatarra.

Toni Oliver

Pintura de Asunción González

Jibaro -120×90cm
Cuanto mayor es la armadura, más frágil es el ser que la habita...



Soñé que soñaba

Soñé que soñaba

Soñé que soñaba
sueño o pesadilla 
a descifrar mi mente no alcanza.

Encadenado de pies y manos estaba
arrestado por la policía
de un reino sin palabras válidas.

Sobre el carbón encendido de la fragua
pusieron los eslabones que me ataban
de color rojo vivo tornaban.

Su calor recorría esas cadenas
mi cuerpo poco a poco alcanzaban
miedo, pánico, horror, o nada.

El cuerpo se consumía
cuanto más al fuego se soplaba
poco a poco no quedó nada.

Sólo cenizas de un cuerpo sin alma 
mi esencia en el aire flotaba
como cual fantasma fuera.

Veía la escena
el carbón hecho de mentes oscuras
el viendo que lo soplaba mentiras eran.

Dañinas las palabras
como veneno lanzadas
el viento enferman, contagian.

Me vi en esencia
sin cuerpo ni tapujos, ropas
me acordé la gran mentira.

Grande, muy grande, es y era
ese mundo es una gran farsa
sólo actores en escena.

Se evaporan al abandonar esa carcasa
como el fuego tornado cenizas
las esencias toman otras formas...

De las que no sabemos nada.

Toni Oliver



sábado, 16 de noviembre de 2024

Quise despertar de mi ignorancia

Quise despertar de mi ignorancia

Quise despertar de mi ignorancia
pagando más y más maestros para mi enseñanza
cuanto más aprendía, más ignorante me volvía
algo había que no entendía.

Seguí investigando, ya sin maestros, no me fiaba
descubriendo una sarta de mentiras
por repetición se volvían en realidad cotidiana
dejando la auténtica verdad ignorada.

Intenté encontrar esa verdad
pero por más que buscaba no hallaba
cuando pensaba que la encontraba
al abrazarla me di cuenta de otra gran mentira.

No me quería desanimar
pero ya de nada me fiaba
nadie la sabía aunque lo pensaran
simplemente eran mentiras inculcadas.

Ya con el tiempo, con las fuerzas en decadencia
dejé de pensar en la verdad conocida
buscando otras alternativas
fuera de las verdades normativas.

Ahí, una gran maraña
entre el todo y la nada
como el gato que juega
con el hilo de la magia.

Donde todo y todos somos uno, cosa mágica
todo lo que vemos, otra ilusión que nos engaña
sólo el espejo nos enseña
si somos uno, el de enfrente es nuestra imagen y semejanza.

Por momentos todo se lía
ya no entiendo nada
siendo la nada el todo, la vida
y la muerte otra gran mentira.

Toni Oliver



viernes, 15 de noviembre de 2024

La caverna de los antepasados

La caverna de los antepasados

La caverna de los antepasados
mundo atrapado entre las redes
donde se atrapan los sueños
las imposiciones sin sentido
cargadas de miedo
generación tras generación
se van inculcando esos pensamientos
en la telaraña del tiempo
donde todo y nada existe 
segando las raíces del raciocinio
incapaces de descifrar el camino
si no está delimitado por altos muros
caminando en ellos como borregos...

En las paredes de la caverna
adornadas de misterio 
mentiras, verdades
confundidas entre los delirios
contadas de un inexistente pasado
sólo inventado para mantener el ego
para que se idolatre todo lo falso.

Se convierten las estalactitas en espadas
las estalagmitas en estandartes con punta de lanza
la luz del sol olvidada
murciélagos del averno
telarañas para que no se escapen los pensamientos
sin ser filtrados por las redes cada vez más estrechas.

Mentes tele dirigidas
grabadas de miedos interminables
formando las puertas de la caverna
a la salida el hondo precipicio
no sea cosa que se escapen
viendo la luz iluminando
alguna verdad escapada.

Toni Oliver



jueves, 14 de noviembre de 2024

Se escuchó el chirriar de la puerta

Se escuchó sólo el chirriar de la puerta

Se escuchó sólo el chirriar de la puerta, viajas maderas por el tiempo carcomidas, paredes destrozadas, haciendo malabarismos para aguantarse de pie, una encima de la otra, recordando esas guerras, ya olvidadas, jamás contadas. En su interior, infinitas historias, jamás contadas, un piano viejo, un esqueleto aguantando una vieja capa, roída por las ratas, testigos de esas historias. Tenía los dedos paralizados sobre las teclas, como si estuviera tocando.

Cerré los ojos en un pequeño lapsus, mis oídos empezaron a escuchar el piano, un sonido nítido, no quería abrir los ojos, la música era perfecta, hasta movía mi cuerpo, como si no hubiera mañana. En fondo de mis seseras, una especie de Pepito Grillo, quería romper esa maravilla, diciéndome que no puedo bailar con los ojos cerrados sobre los escombros, por otro lado, yo no los notaba,seguí bailando al son de la música, a mi ritmo, seguía sin ver nada, solamente sentía.

Al rato, se escucharon voces, masculinas, femeninas, formando una algarabía tras el telón de mis ojos, me resistía a mirar, aunque no sabía si soñaba o dormía, temía romper esa magia al abrirlos.

Al final, los abrí, el salón estaba completamente lleno, me sentía invisible, como si nadie notara mi presencia, sólo observaba, me acerqué al piano, ahí estaba el esqueleto, su capa, moviéndose sobre las teclas, de su calavera salía una voz profunda cantando al son de la música. Sobre los escombros una pista de baile improvisada, todos bailando, agarrados, unos con arte de bailarín, otros besándose, como en los bailes antiguos, agarrados, mejilla con mejilla, abrazados, jugando con las manos, tanteando a la pareja... Cada vez se les veía más jóvenes, jovenzuelos con la pasión desesperada... Quien sabe todos los pensamientos que ahí se cocinaban, Si fuera Roma, acababa todo en una bacanal romana.

Cerré los ojos de nuevo, se hizo el silencio, la oscuridad reinaba, por donde antes era techo, ahora asomaba sonriente la luna, como si de mi se burlara, un ojo me guiñaba... Salí fuera para mejor verla, la tormenta empezaba, ni luna ni nada, sólo el sonido de la tormenta, con sus rayos, truenos y la lluvia cayendo sobre las ruinas. Me estaba calando la ropa, era verano, pero el agua estaba helada... 

Es hora de volver para casa... Me acabo de acordar que casa ya no me queda, que entré en esas ruinas buscando refugio, algún lugar a cubierto donde pasar la noche... No sé que me pasa, pierdo la memoria, veo cosas raras.

Me estoy volviendo loco o es la propia locura la que me guía haciéndome ver cosas raras, o es el mundo, sus gentes, la vida que todo junto son cosas raras...

Toni Oliver



Crece la sabiduría

Crece la sabiduría

Crece la sabiduría acumulada
acabando en la estantería
por los años polvorienta
no aparece en las pantallas.

Todo el mundo sabe leer
se olvidaron de comprender
la comprensión olvidada
sabiduría inutilizada.

Se cambió el saber
para alabar la ignorancia
riendo las gracias
de los sin gracia.

La gente escribe y escribe
no hay lectores
iba a decir para tantos escritos
pero no los hay para nada.

Y ahí entran nuestros gobernantes
no los de Derecho, sino los de facto
esos a los que nadie a votado
aumentando la enseñanza para ser esclavo.

Nunca tuvimos tanto
todo a nuestro alcance
nuestra vente es vaga
lo quiere todo trillado...

Ahí la gran trampa
de tanto “saber”...
El cerebro han manipulado
vacío lo han dejado.

Una grabadora
cantando como el loro
sin saber interpretar lo grabado
mucho ruido y pocas nueces.

Algunas excepciones van quedando
poco a poco van aumentando...

Toni Oliver



miércoles, 13 de noviembre de 2024

Ya, de madrugada

Ya de madrugada

Ya, de madrugada, me acuerdo del atardecer lluvioso, incesante, ahora, viendo como el sol se levanta. Embelese ese lindo amanecer, soleado, algunas nubes están asomando. Nubes a las que se le añaden esos angelitos negros, amenazando lluvia de nuevo, ¿Qué digo, amenazando? Cuando debería decir que nos ofrece el bello regalo de la necesaria y querida lluvia, tras el seco verano en que los lagos, las fuentes, los ríos se han secado.

Tal vez... Y si dejáramos de quejarnos por todo y disfrutamos de lo que tenemos en el justo momento en que estamos respirando, viviendo, sintiendo ese preciso y precioso instante, en lugar de pensar en los pasados y los futuros, ambos inexistentes, unos ya pasaron otros nunca llegarán, mucho menos como los estamos planeando.

Nos olvidamos de vivir el presente mientras nos refugiamos en la farsa del pasado y el futuro, dejando de disfrutar ese precioso presente, el único existente.

Toni Oliver




martes, 12 de noviembre de 2024

Encerrada

Encerrada

Encerrada 
en la cárcel de mis pensamientos
en mis labios el filo de la navaja
mi mirada al infinito
sin decidir nada.

Vuelan los barrotes
como si fueran espadas
se baten en una pelea de esgrima
escuchándose los golpes en sus aceros
avisos de campanillas.

Tormenta de rayos y truenos
unas pupilas giratorias
siguiendo los movimientos
de cada inútil pensamiento 
pasados, futuros...

En el presente no me hallo
sólo en la incertidumbre en el adverso
hasta que aparece el silencio
entre la algarabía del universo
campanillas de viento.

Colgada de las lianas
intentando subir al cielo
el suelo cada vez más lejos
al igual que el inalcanzable extremo
aunque el suelo esté a dos palmos...

Toni Oliver



A veces me pregunto

A veces me pregunto

A veces me pregunto
si ese cachito de corazón
que en los poemas pongo
con la tinta del tintero
en forma de garabatos
pensamientos abstractos
si cala en algún corazón desconocido 
en el espacio infinito...

O por el contrario
pasa como un cometa en el cielo
perdiéndose en ese espacio ignoto
no quedando ni en los recuerdos
quedando en el mundo del olvido
vagando como un alma en el vacío
donde la nada es el todo
y el todo un recoveco en ningún sitio.

Toni Oliver



lunes, 11 de noviembre de 2024

Quise amar a la rosa

Quise amar a la rosa

Quise amar a la rosa
con la fuerza del amor 
que estaba buscando
me pinchó con descaro
me quedé sangrando.

Miré al cielo
vi las nubes volando
libres, al son del viento
siendo sin ser algo
entre la nada y el todo.

La sangre corría en mi dedo
tras el fuerte pinchazo
llegando ésta a bañar el suelo
de rojo tiñiéndolo
este amor me está doliendo.

Arde como el fuego
si ni siquiera le he dado un beso
sólo quería acariciar sus pétalos
rojos aterciopelados.
¡Son tan bellos!

Me quedé pensando
qué lección me está dando
¿Acaso me está diciendo?
Duele el amor
y no te has enterado.

Un mudo eco en mi pecho
insonoro, callado
herido mi corazón
al tiempo aliviado
llamas del amor envenenado.

Elijo seguir buscando
la libertad del infinito
sin barrotes de pensamientos
simplemente, vivir el momento
como las nubes, volar con el viento

Toni Oliver



Me puse a mirar el cielo

Me puse a mirar al cielo

Me puse a mirar al cielo, aparecieron las nubes, los pájaros con su trino ponían la música, mientras en el azul escenario, un escuadrón de nubes blancas y negras iban tomando formas diversas. Como por arte de magia, apareció un perro peludo, sonriente, blanco, cara de travieso, persiguiendo a la Parca que se había olvidado la negra capa, atravesando los rayos de sol entre los orificios de la calavera, misteriosos haces de luz como ojos.

Una bola de pelo o algodón perseguida por una liebre saltando sin ton ni son, abría su boca mostrando sus dientes, convirtiéndose en un enorme pájaro, quizás un águila, tal vez un buitre en pleno vuelo, observando su próxima pieza...

Una gran ballena salida como si fuera un gusano de seda de su propio capullo, persiguiendo a la liebre con sus saltos, ambos, disolviéndose en el cielo como por arte de magia, dando paso a un león con sus fauces abiertas intentando sonreír, desmelenado, quieto, moviéndose arrastrado por el viento... Un gran barco atravesando el cielo, con su palo y las velas a todo trapo, hasta disolverse como si fuera un sueño....

Los pájaros seguían trinando, rompiendo el silencio de la tarde, fresca, esperando nuevos vientos y la lluvia que en un rato asomará, quien sabe como tormenta o simplemente como una bendición en esta larga sequía tres el seco verano...

Toni Oliver



Navegando por los mares cibernéticos

Navegando por los mares cibernéticos

Navegando por los mares cibernéticos
con afán de aprender algo nuevo
más allá de los tiempos
donde la Etiqueta existió
nadie chillaba, nadie chilló
eran normas de respeto.

Ahora, nuevos tiempos
atrapados en una red de tamaño permitido
las mallas han estrechado
para que no puedas decir ni pio
todas las letras pasan por ese filtro
como, en aquellos tiempos, el patio del colegio.

Cada día esas mallas más van estrechando
la censura de lo “perverso”...
¿Me pregunto, quién es el perverso?
El que censura o el censurado
el primero metiendo miedo
el segundo intentando evadirlo.

Me recuerda viejos tiempos
los del tiro en la nuca y al olvido
las cunetas, nido de gusanos
de la tierra, el abono
un humano compost fabricado
por seres descorazonados.

La verdad andamos buscando
en un río revuelto
de mentiras y barro
de esa vida el escenario
el pueblo común es el pescado 
el pescador, el resto, se los va embuchando.

Aves pescadoras en el cielo
todo lo que se mueve es atrapado
en esta red cibernética, sobretodo
que impide todo paso
las palabras van atrapando
hasta convertirlas en el olvido.

Toni Oliver



domingo, 10 de noviembre de 2024

Amanecí

Amanecí

Amanecí con el picoteo de las gotas de lluvia sobre los cristales, cual pájaro llamando a la ventana, para que le abra, enseñándome el frescor de la mañana. Ese petricor que llena mis pulmones, esa fragancia que huele a esperanza, a alivio tras la sequía, de un verano seco, con las reservas de agua agotadas.

Jugando al escondite, el sol saliendo de entre las nubes, que de llover no paraban, persistentes soltando sus lágrimas de alegría, cambiando su gris oscuro por el blanco inmaculado. Las temperaturas van bajando, haciéndome pensar en sacar la ropa de abrigo del invierno, retrasado por el tráfico de esperanzas en las sus rutas inciertas, hacia ningún lado en concreto.

Rumbos inesperados, al son del viento, sus caprichos, también inciertos, variantes como mis pensamientos. La mayoría inconclusos, divagando entre la nada, un paraíso de preguntas sin respuestas, respuestas sin preguntas, sólo perceptibles para quienes son capaces de leer los acontecimientos.

Viene y va, como esos pensamientos, la lluvia, te abres al cielo al levantar las manos, una se moja con la lluvia, la otra se broncea tomando el sol.  Incertidumbre, una pregunta a la otra si le gusta el sol, contesta su compañera, sí, pero me estoy mojando. Deciden darse la vuelta, cambiando su posición, ahora, la una mira a la otra, se comprenden, no se hablan, sólo sonríen...

Toni Oliver



Divagaciones políticas a cualquier hora del día o de la noche. 10/11/2024

Divagaciones políticas a cualquier hora del día o de la noche. 10/11/2024

Empobrecer.
Inculcar miedo.
Comernos el cerebro.
Robarnos a impuestos.
Pan poco.
Circo mucho.
Al final, todos esclavos...
Menos unos pocos que lo organizan todo.

Ahí lo dejo, piensen un poco.

Si no quieres pensar y hasta aquí has llegado...
En tu mente algo ha  quedado.

Toni Oliver



sábado, 9 de noviembre de 2024

Somos tanto, que somos nada

Somos tanto, que somos nada

Somos tanto, que somos nada
somos nada, al tiempo que somos todo
simples sombras en forma de polvo
ondas vibrantes energéticas
un cuerpo que las apoya
para darles aparente presencia.

Aparentemos un traje de disfraz
guardando dentro la esencia
aparentando cualquier cosa
menos esa esencia nuestra
la que guardamos en las entrañas
entre mentiras, miedos y cosas extrañas.

Aparentamos mil formas
clonadas a desganas
por imposiciones creadas
de manera silente
con los altavoces a toda caña
marcando el paso al son de militar marcha.

Buenos, malos
amables, pesados
según el papel del momento
ese que nos toca sin saberlo
al tiempo que hacemos de espejo
a los que nos van criticando o alabando.

Somos el actor
somos el director
somos el autor 
somos el apuntador
somos el espectador 
hasta el que vende las entradas que otros cobran.

Hasta somos el escenario
el decorado inspirador
las luces, las cortinas
el hacha, el puñal del asesino
el que da un fuerte y tierno abrazo de amor 
el que acusa, el acusado... Somos nada, somos todo.

Toni Oliver



viernes, 8 de noviembre de 2024

Se rebelde, rebélate

Sé rebelde, rebélate

Se rebelde, rebélate
vuela libre como el águila
saliendo de la mental jaula
inexistentes barrotes inventados
en tu mente grabados
con el mejor acero inexistente.

De lo que te cuenten
no te creas nada
mira, investiga, averígua
de lo escrito criba
existe mucha mentira
grabada a fuego por los escribas.

Te amenazan con la espada
grabando el miedo en tu cabeza
pocos guerreros contra todo el pueblo
obedeciendo como los corderos
a los ladridos de los perros
o algún mordisco que se escapa.

Se rebelde, rebélate
mira como el río pasa
aunque le pongan trabas
supera o rodea lo que se encuentra 
sin importarle si por el camino riega
esos campos por donde pasa.

Nada le corta su camino
si lo hace, arrasa
no le importa el qué o quién lo haga
si vida es la rebeldía
contra los problemas que halla
si no puede, se evapora...

Volando por los aires
descargando donde haga falta
llegando al mar o donde haga falta
siempre rebelde ante la imposición
de cualquier método o imposición
aunque siga con su calma.

Hasta que se enfada.

Toni Oliver 



miércoles, 6 de noviembre de 2024

Necesito un masaje musical

Necesito un masaje musical

Necesito un masaje musical
que me masajee todo el cuerpo
el de fuera, el de dentro
desde los pies hasta el cerebro.

También un masaje de silencio
donde se asiente todo lo masajeado
se calme la mente hasta el vacío
donde la paz esté reinando por momentos.

Incluso entre ambos
uno para que vibre todo
en un baile armónico
entre cuerpo y pensamientos.

Toni Oliver