Dejé mis manos
Dejé mis manos
al aire acariciando
como su fuera tu cuerpo
ese tan deseado.
Miro esas manos
no las veo
en la ventana las he dejado
ausente el resto del cuerpo.
Se ha encendido el fuego
yo no he sido
¿Qué ha pasado?
Las llamas siguen ardiendo.
Por ellas me quedo hipnotizado
al moverse forman tu cuerpo
ahí están mis manos
acariciándolo.
De las llamas se desprenden besos
en doquier volando al infinito
mis labios ardiendo
como esas llamas del fuego.
Siguen esos besos, fuego
dando saltos por todo mi cuerpo
sus marcas en él dejando
firmando ese amor a fuego.
Sigo con el hipnotismo
viendo, de las llamas, el parpadeo
su calor me va envolviendo
como un fuerte abrazo.
Ya no sé si estoy loco
quizás, tal vez, o mucho
en mi cabeza, revoloteando
como una mariposa, tu cuerpo.
Toni Oliver
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