Apareció como por arte de magia
Apareció como por arte de magia,
en las iluminadas calles, la niebla
luces en doquier difuminadas
cortándola con pico y pala
paso a paso para avanzar
pues estirando el brazo
no se distingue la punta de los dedos
sólo esa humedad blanca
que se pega en la ropa
pareciendo una gran nevada
que uno se lleva pegada.
Cala el frío en los huesos
tiritando los dientes
como un percutor tartamudo
acompañado de los pasos firmes
un fuerte taconeo marcando el paso
incluso las prisas entre el miedo
por si aparece el hombre del saco
ahora ya llamados asesinos en serie
violadores de tres al cuarto
la inseguridad inculcada en el cerebro
mientras la respiración se va acelerando.
Unos niños, frente a sus portales
expirando el aliento antes respirado
viendo que a su salida genera más niebla
como un día frío o helado
chilla la madre o el padre, o ambos
¡Niños, “padentro”, estáis todo mojados!
Refunfuñeos de los renacuajos
con lo bien que se lo estaban pasando
ignorando los miedos de los adultos...
Con lo que estaban disfrutando.
Una explosión, un disparo
un reventón de algún neumático
misterio, nadie sabe lo que ha pasado
cada uno desde su casa
hablando con el vecino por la ventana
no, no se ven las caras, sólo voces
todos especulando sobre el suceso
nadie hacia afuera da un paso
ya veremos mañana que dice el periódico
que para salir no está el patio...
Toni Oliver
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