La guerra de la vida, la del propio ser
La guerra de la vida, la del propio ser
no siempre se gana, no siempre se pierde
a veces se gana perdiendo
otras se pierde ganando la batalla.
Es la vida misma
Luchas como el mejor guerrero
imbatible con todas tus fuerzas
no le temes a la muerte
pero a veces, cuando menos lo esperas
algo extraño aparece
se te ciega la mente
te das por vencido sin importarte la mismísima muerte
te entregas en cuerpo y alma
sabes que perdiendo la batalla
ganas la felicidad que tanto deseabas
sin esperar ya nada
tu cuerpo, tu alma, tu mente
ya no te pertenece, la cedes.
No sientes la pérdida
tal jamás ha existido
sólo el encuentro en el destino
O... Llamémoslo camino
Ese que no nos lleva a ninguna parte
al tiempo que en el viajamos a todas partes
viviendo esos avatares
a veces de guerra, amores
o cualesquiera que al alma llegue
sin darte cuenta en canal te abra
juntando su corazón con el tuyo
aunque sea en plena batalla.
Simplemente es la vida
avatares continuos en un mundo sin fin
que sólo viven los que saben sentir
mientras fluyen sus pasos
disfrutando de lo que se halla a cada paso
sin prejuicios, sin futuro, sin pasado
sólo los pasos que se van dando.
Toni Oliver
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