jueves, 1 de enero de 2015

Y se fue el viejo anciano año

Y se fue el viejo y anciano año

Y se fue el viejo y anciano año
con sus largas barbas ya mal recortadas
abandonadas por la desgana
por las sabiendas de la de la Guadaña.

Agarrarse al infinito deseaba
más sabía que su hora se acababa
que en vano sus fuerzas gastaba
un nuevo espíritu con fuerzas nuevas llegaba.

Y llegó con las doce campanadas
corriendo el alcohol por las venas
de la gente mientras gritaba
al tiempo que buenas nuevas deseaba.

Trescientas sesenta y cinco nuevas fuerzas
nuevas ideas y oportunidades
ganas de emprender un mundo nuevo
mejorando lo que ya estaba.

Saltan las serpentinas
por los aires volando
retronando los petardos
mientras las lámparas
por los aires van flotando.

Hora es de borrar el pasado
ese que no nos ha gustado
fabricando un presente
que siempre esté presente
y que sea de nuestro agrado.

Un largo camino espera
a veces con tormentas
otras con grandes fiestas
la alegría en ellas
mientras con las tormentas
simplemente se superan.

Llega la calma después de la tempestad
mejor se aprecia esa felicidad
la vida es lucha y paciencia
y paso tras paso andar.

Toni Oliver

2 comentarios:

  1. Describes tan bien algo que es real, y que a ningún otro escritor ni poeta se le ocurriría dedicarle éstos hermosos versos, que hacen que acumules otro "Diploma" que seguro ,entre muchos otros/as, yo impulsaria para tí.
    Se agradeec ésta nueva gran contribución a las Letras!!!!

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias maruja, como siempre un placer tus comentarios.

    ResponderEliminar