Hojas caducas
Me paré para tomar un poco de aliento bajo un gran olmo, me senté en el suelo sobre un lecho de hojarasca, cerré los ojos, al abrirlos vi como las hojas planeaban al soltarse de las ramas, un planeo manejado por la brisa suave del otoño. Al verla, mi imaginación de niño se subió a ella, volaba sobre un cometa surcando el universo, alfombra mágica, sin límites ni fronteras. La brisa refrescó, mi vello se estaba erizando, me recordó que en unos meses empezaba el invierno, frío, tormentoso, soleado a veces, como regalo.
Toni Oliver
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